Brasil: Datafolha le da cinco puntos de ventaja a Lula

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Por Andrés Alburquerque
Actualizado el 9 de octubre de 2022 - 11:05 am

Luego de las críticas por las estimaciones que daban a Lula como ganador en primera vuelta, la encuestadora brasileña empezó con los sondeos para el balotaje.

Por ANDRÉS ALBURQUERQUE / Foto: FACEBOOK

Con vistas al balotaje del 30 de octubre, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva marcha adelante frente al mandatario Jair Bolsonaro, según un sondeo divulgado por la popular consultora Datafolha, que se llevó duras críticas por sus estimaciones previas a los comicios del pasado domingo, donde anticipaba un cómodo triunfo de Lula.

Todavía frescos los cuestionamientos por subestimar a Bolsonaro, Lula aparece con el 49% de las intenciones de voto, cinco puntos más que el mandatario, que suma 44%, de acuerdo al Instituto Datafolha, en su primera encuesta publicada después de la primera vuelta.

Al considerar sólo los votos válidos (sin blancos ni nulos), Lula ganaría la elección con 53% y Bolsonaro quedaría con 47%, según el sondeo entre 2.884 electores, con un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales.

Otras encuestadoras publicaron esta semana estimaciones sobre la intención de voto en la segunda vuelta, como Ipec, que ubicó a Lula con 51% contra 43% de Bolsonaro.

Lula, de 76 años, obtuvo en la primera vuelta 48,4% de los votos, frente al 43,2% de Bolsonaro. En el último sondeo de Datafolha publicado antes de los comicios, Bolsonaro aparecía con 34%.

La campaña para la segunda vuelta sigue en un ambiente tenso, y ambos candidatos han intercambiado ataques frontales y se acusaron mutuamente de ser “borrachos” y “caníbales”.

El equipo de campaña de Lula desenterró un video en el que el actual presidente y candidato de extrema derecha afirma que sería capaz de comer carne humana. El clip se ha hecho viral en las redes sociales en Brasil.

El equipo de Bolsonaro replicó que esas declaraciones habían sido “sacadas de contexto”, y anunció un recurso ante las autoridades electorales. El presidente ultraderechista, que suele llamar “ladrón” a Lula, lo trató a su vez de “borracho”, durante una rueda de prensa en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.

Lula “traerá una camarilla de incompetentes para gobernar Brasil. ¡Esto no funcionará! (…) ¡Lo que está en juego es nuestra libertad!”, gritó Bolsonaro.

El expresidente de izquierda reaccionó diciendo que no respondería al “juego mezquino de Bolsonaro. Estamos ante un hombre sin alma, sin corazón”.

También lo acusó de liderar un movimiento de “intolerancia religiosa” en su contra y de utilizar al Estado para su reelección en el balotaje del 30 de octubre, y comparó al frente opositor que respalda su candidatura con el movimiento democrático que surgió después de la dictadura militar (1964-1985).

Bolsonaro participó en un barco de la Marina de las procesiones del Cirio de Nazareth, la mayor festividad católica de América Latina en Belém, estado amazónico de Pará, un hecho que fue repudiado por la Iglesia Católica, que pidió no aprovechar el evento que reúne a 2,5 millones de personas con fines electorales. Miles de personas abuchearon al mandatario, donde gobierna la izquierda.

Lula, en tanto, recorrió Campinas, interior de Sao Paulo, para intentar la titánica tarea de convertir a Fernando Haddad en el primer gobernador del Partido de los Trabajadores (PT) en el estado más rico y poblado del país, quien el 30 participará del balotaje contra el ex ministro de Infraestructura bolsonarista Tarsício Freitas, el favorito y vencedor de la primera vuelta por 42% a 35%.

El interior de Sao Paulo es la región más díscola históricamente al PT, sobre todo en las ciudades de Campinas, Ribeirao Preto, Sao José do Rio Preto, Sao José do Campo y Sorocaba.

“La intolerancia religiosa se convirtió en política de Estado en Brasil, y esto tiene consecuencias en la violencia”, afirmó Lula, al referirse a la ola de pastores evangélicos que han tomado la bandera del bolsonarismo como parte de cultos neopentecostales y se convirtieron en verdaderas trincheras antiPT.

Bolsonaro está venciendo por 70 a 30 en el segmento evangelista y cayendo entre la población católica, donde domina Lula.