Alamos sumó otra corona sudamericana para el boxeo nacional

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Por Eduardo Bruna
Actualizado el 10 de diciembre de 2017 - 11:31 pm

Venciendo por puntos en fallo unánime al argentino César Hernán Reynoso, “El ingeniero” zanjó de la mejor manera el desafío más demandante de su breve trayectoria, que no conoce de derrotas. Su cinturón de la categoría supermedianos se suma al de Cristián Palma, en peso pluma, y a las coronas latinoamericanas que ostentan Miguel González, José Velásquez y Cristián Salas, en supermosca, supergallo y welter, respectivamente. ¿Quién dijo que el boxeo chileno está muerto y enterrado?

Que el boxeo chileno es un enfermo terminal que sin embargo nunca muere, lo ratificó este fin de semana Julio Alamos, coronándose campeón sudamericano de la categoría supermedianos (168 libras, o 76.204 kilos) al vencer por puntos, en fallo unánime, al peleador argentino César Hernán Reynoso.

El combate, a diez asaltos, se llevó a cabo en el ring montado en el Casino Monticello, y gracias a una producción conjunta entre la casa de juegos y la Corporación de Deportes de la Municipalidad de Temuco.

La corona en disputa era válida por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), junto con la Asociación Mundial (AMB), las dos entidades más antiguas que rigen el pugilismo mundial.

Existían muchas aprensiones respecto de este confronte. Alamos, a quien apodan “El ingeniero”, y quien proviene de un sector social mucho más acomodado que el común de los pugilistas, afrontaba el que iba a ser sin duda el mayor desafío de su breve trayectoria careciendo, a juicio de muchos, de la necesaria experiencia para quedarse con la pelea y el título.

Con 26 años y sólo siete combates, el invicto de Alamos, que registraba cuatro victorias por la vía rápida, no parecía suficiente para doblegar a un hombre que, como Reynoso, llegaba a este confronte con 31 años y una carrera de 27 peleas.

Julio Alamos, sin embargo, se tenía fe. Y esa confianza en sus medios se vio reflejada en el combate, en que fue claramente mejor que un Reynoso quien, a su cancha, a su experiencia y sus recursos, le hizo honor, además, a su apelativo de “El Salvaje”.

Y es que, impactado por una mano perfecta y violenta de Alamos, en el cuarto asalto, Reynoso se fue con todo el peso de su cuerpo a la lona y muchos pensaron que, tras ese preciso golpe, no iba a ser capaz de seguir combatiendo. Sin embargo, el peleador marplatense esperó la cuenta de protección que le aplicó el árbitro de la brega, Jorge Delmónaco, y pudo terminar en pie el asalto para luego recuperarse y brindar, de ahí en más, una cerrada lucha al peleador local.

Alamos, terminado el combate que lo declaró vencedor en fallo unánime, expresó su lógica felicidad, agregando que entre sus planes está viajar en el curso de las próximas semanas a Estados Unidos, con el fin de continuar puliéndose como pugilista.

En otra pelea importante de la velada pugilística llevada a cabo en el Casino Monticello, Isis Mascareña se coronó campeona de Chile de la categoría supermosca (115 libras, o 52.500 kilos) al vencer en fallo dividido a la peleadora valdiviana Daniela Asenjo.

La ocasión fue histórica, puesto que por primera vez en 102 años de boxeo chileno se llevaba a cabo la disputa de un título nacional en categoría femenina.

Completó la velada el combate a ocho asaltos en categoría pluma (126 libras, o 57.153 kilos) entre el nacional Cristián “El Tigre” Palma y el argentino Gabriel Gustavo Ovejeros.

Sin título de por medio, Palma se impuso en fallo unánime a Ovejeros.

La corona sudamericana de la categoría supermedianos alcanzada por Julio Alamos se suma a la que posee Cristián Palma en el peso pluma.

Y a los títulos latinoamericanos que ostentan Miguel “Aguja” González (categoría supermosca, reconocido por la Asociación Mundial de Boxeo), José Velásquez (supergallo, reconocido por la Organización Mundial), y Cristián Salas (welter, reconocido por el Consejo Mundial).

No es poco para un deporte al cual muchos, reiteradamente, le han dado la extremaunción.

Es como si el boxeo nacional se hiciera carne en esa recordada canción “Como la Cigarra”, de la argentina María Elena Walsh, que en sus estrofas decía “cuántas veces me mataron, cuantas veces desaparecí, y sin embargo estoy aquí, resucitando…”.

 

Foto: Jorge Drouillas / boxeadores.cl