Adaptación al horario de invierno: claves para sobrellevarlo

El 5 de abril, a la medianoche, los relojes se atrasarán una hora, dando inicio al horario de invierno. Este cambio afecta no solo la cantidad de luz diurna, sino también el ritmo biológico y el estado anímico de las personas.

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Por Cristián Carrión
Actualizado el 17 de marzo de 2025 - 12:25 pm

Los relojes deberán atrasarse una hora / Foto: ARCHIVO

El ajuste al nuevo huso horario no es inmediato. Según la profesora de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Sonia Muñoz, el organismo necesita entre dos y tres semanas para adaptarse a estos cambios.

«Es recomendable comenzar a modificar los horarios de sueño y actividades unos días antes, para minimizar el impacto en la rutina», sugiere la experta.

Efectos del cambio de hora en el organismo

El impacto de esta modificación varía según la edad y las actividades diarias de cada persona.

«Los niños pueden presentar una mayor dificultad para conciliar el sueño, ya que sus ciclos están influenciados por la luz natural», explica Muñoz.

La especialista recomienda establecer rutinas de descanso consistentes y reducir la exposición a pantallas antes de dormir.

Estado de ánimo y rendimiento

La reducción de horas de luz natural también puede afectar el estado de ánimo y la concentración.

«Tener menos horas de luz y un clima más frío puede influir en la energía de las personas, generando una sensación de fatiga», advierte Muñoz.

Para contrarrestar estos efectos, sugiere realizar actividad física, mantener una alimentación equilibrada y aprovechar las horas de luz para exponerse al sol.

En definitiva, la clave para adaptarse al horario de invierno radica en la preparación anticipada y en el establecimiento de hábitos saludables que favorezcan el bienestar físico y mental.