Abogado Rendón sigue decidido a que el matón empresario Pedro Pool enfrente a los tribunales

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Por El Ágora
Actualizado el 5 de julio de 2023 - 5:46 pm

Dueño de una cadena de supermercados en Osorno, el comerciante amenazó de muerte a constitucionales del Apruebo y con fusilar “a todos esos indios que quieren traicionar a Chile”. Jaime Bassa y Fernando Atria, al parecer, no quieren reflotar el tema, pero Luis Mariano Rendón, abogado perseverante como pocos, cree que el deslenguado comerciante no puede quedar impune.

Por EDUARDO BRUNA / Foto: ARCHIVO

Reconocido por su inclaudicable lucha por el medio ambiente y la defensa de los derechos humanos, el abogado Luis Mariano Rendón fue el primero en reaccionar ante las destempladas, delirantes y peligrosas declaraciones de un empresario de Osorno, Pedro Pool (foto principal), durante el primer proceso constituyente y que culminó con el Rechazo.

Pool, dueño de una cadena de supermercados en la sureña ciudad, amenazó de muerte a los constituyentes Fernando Atria y Jaime Bassa, y a todos los “prostituyentes” (sic), que traicionaran a la patria promoviendo el Apruebo. Textualmente, Pool dijo que… “el señor Bassa, el señor Atria, todos estos indios que están ahí, todos esos hueones (sic), los vamos a fusilar”.

Rendón consideró que ello era inaceptable e, incluso antes de que los aludidos por Pool reaccionaran, interpuso una querella en contra del matón empresario osornino. A casi un año de aquello, sin embargo, Luis Mariano Rendón sigue sin tener ni el más mínimo avance. Ni qué decir de los recursos interpuestos por Atria y Bassa.

Cuenta Rendón:

“A pesar de que acompañé todo tipo de pruebas, visuales y audiovisuales acerca de las barbaridades dichas por ese señor, los tribunales de Osorno declararon la querella inadmisible. Apelé a la Corte de Valdivia y esta vez sí la querella fue acogida. Para mí, y creo que para el sentido común, este señor Pool no es un loquito suelto que ande proclamando amenazas sin ton ni son. Es un tipo peligroso, que merece ser puesto en su lugar”.

A un año casi de aquello, Rendón cuenta que el proceso casi no muestra avances.

Explica:

“Lo lógico, en cualquier sistema judicial, es que, si yo presento una querella, me individualizo como abogado, expongo mis argumentos y acompaño pruebas, se me reconozca en forma inmediata como parte del proceso. Pero no. En Chile, uno tiene que acreditarse ante la Fiscalía como parte de ese proceso. En eso solamente se perdió bastante tiempo, pero luego que cumpliera con ese requisito sigo sin tener ninguna noticia acerca de en qué va mi querella”.

-¿A qué lo atribuye?

“Para mí, el sistema de Fiscalía no funciona nada de bien en este país. Uno entiende que los tribunales están bastante recargados de trabajo, pero que durante tanto tiempo esto no muestre ni el más mínimo avance, tampoco puede considerarse normal. Aquí, indudablemente, existen responsabilidades, pero no soy el encargado de reseñarlas ni de buscarles una explicación”.

Acostumbrado a dar peleas en apariencia inútiles o perdidas de antemano, Luis Mariano Rendón, como siempre, está decidido a perseverar.

Fue uno de los principales activistas cuando, en el año 2011, se trató de frenar el proyecto Hidroaysén, una mega obra de ingeniería que contemplaba la construcción y operación de cinco centrales hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en el río Pascua. Sin embargo, el trabajo de Rendón, sumado al de otros ambientalistas, logró detener ese daño irreversible al ecosistema de la Patagonia.

El reconoce sentirse orgulloso de esos afanes, señalando que “ese movimiento, sin lugar a dudas, marcó un antes y un después en la lucha por la defensa del medio ambiente. Demostramos que la ciudadanía, informada y organizada, puede hacerse escuchar”.

No es, desde luego, el único logro de este abogado titulado en la Universidad de Chile, que cuenta, además, con varios postgrados. Años atrás se propuso una tarea que, según él, era el Gobierno quien debía acometer, fuera del signo político que fuera.

Recuerda:

“Para nuestra democracia y nuestra civilidad era todo un insulto que en la Academia de Guerra figurara el “Mamo” Contreras como prócer destacado para las nuevas generaciones de militares. Como era un insulto, también, que en la Escuela Naval se mantuviera la estatua del almirante Merino para ser reverenciada por los estudiantes de la Armada. Formé parte de ese grupo de personas que exigíamos que esos dos connotados violadores de derechos humanos no podían ser objeto de ningún homenaje, por más que éste fuera sólo al interior de recintos institucionales. Se lo planteamos a Michelle Bachelet y a Sebastián Piñera, pero ninguno de ellos movió un dedo para terminar con esta situación tan violenta como aberrante”.

Rendón fue entonces a los tribunales. Y ganó. Ni “el Beria de Pinochet”, ni el beodo gestor intelectual del golpe militar, son hoy parte de esos recintos militares.