A 9 peldaños de la cima: aún sin confeti cruzado ni sepultura azul

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Por Daniel Pérez Pavez
Actualizado el 22 de septiembre de 2019 - 11:37 am

El torneo se mantiene en una fase de indefiniciones, pero con una tendencia clara que consagra el favoritismo de Católica y el destino angustiante de la U en la penosa pugna con Antofagasta y la U. de Conce por zafar del descenso.

Con nueve fechas en el horizonte definitivo del campeonato, Católica acumula 13 puntos de distancia con su principal escolta –una suma considerable para graduarse de favorito al título-, que sin embargo ni con mucho la alcanza para empezar a lanzar fuegos artificiales o preparar el confeti que tan malos recuerdos les trae a los hinchas cruzados.  

En el otro extremo de las emociones, la pugna por escapar del descenso compromete seriamente a Antofagasta, la U de Concepción y Universidad de Chile, que protagoniza una pugna angustiante e improductiva hasta ahora en medio de las críticas por las respuestas del equipo al técnico Caputto.

El receso de las Fiestas Patrias permite visualizar con claridad las tendencias de un torneo plano e irregular, donde no exite un gran equipo, aunque la UC sea el único paradigma de las regularidad frente a rivales relampagueantes.
La alternancia en el segundo puesto, desde donde Colo Colo cayó a causa de su evidente crisis interna, demuestra que cualquiera que alcance un rendimientp positivo en esta fase del año puede encaramarse al subliderato, como lo hace un Audax Italiano tan eficiente como carente de friguras superlativas. En esa misma condición se encuentran Palestino, Huachipato y O’Higgins, apenas separados por un peldaño y en constante fluctuación de rendimiento.

¿MÁS GANADOR QUE CAMPEÓN?

En rigor, los méritos de Católica son evidentes y ostensibles, con un adecuado ordenamiento en la cancha y un par de pilares –como Fuenzalida y Awed- que definen partidos parejos como clave de su campaña de aspirante al título. Los 13 puntos de distancia son un aval de las diferencias de la UC con sus eventuales seguidores, que han llegado a la vanguardia a despecho de sus falencias e irregularidades, amparados en chispazos fugaces…

Si alguien previó que Colo Colo y la U podían discutir la corona a los cruzados, en su análisis no contaron con el problema del capacitado técnico Mario Salas para convencer a los albos dentro y fuera del camarín, ni con que los azules seguirían tomando decisiones erráticas en la búsqueda del mejor conductor de su plantel.

Dentro de ese contexto, luego de caer en “picada” a partir de la cirugía mayor que aplicó el entrenador desvinculando al portero argentino Orión –una decisión muy cuestionada por los antiguos-, a Colo Colo le basta su puntaje para aspirar a las copas, pero sus convicciones están lejos de habilitarle para regresar sin daños a la pelea por el título.

En el contrapunto, la U apenas supera por un punto a Antofagasta y por dos al colista UdeConce, aunque sus falencias críticas no apuntan a los rivales sino a sus propias inseguridades futbolísticas, traducidas en el inusual récord de los doce empates que ostenta en el certamen. Asimismo, la sucesión de tres técnicos en un año (Kudelka, Arias y Caputto) son el reflejo de esa situación, con un DT interino que fue rescatado de los juveniles para ordenar un camarín que amainó en sus ímpetus y pugnas intestinas, pero sin lograr aún plasmar en la cancha algún sello colectivo que le exima de los salvatajes individuales…

Al fin, la Católica hierve la “leche” a fuego lento, pero aún parece completamente cocida. De pronto, sus catorce victorias le hacen el más ganador sin garantizarle la corona, mientras la U sigue en el pantano con 12 empates que reeditan el viejo adagio que predicaban los viejos conformistas del fútbol: “No somos menos que nadie, pero tampoco más que ninguno”…