Columna de Rodrigo Cabrillana: ¿Viña tiene Festival?

El pasado sábado 28 cerró la más reciente edición del tradicional Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que tuvo entre sus acontecimientos las más diversas situaciones que se generaron producto de la amplia parrilla programática. Un espectáculo, que, de todas formas, extraña las formas del show de antaño.

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Por Rodrigo Cabrillana
Actualizado el 6 de marzo de 2025 - 11:05 am

Myriam Hernández fue la gran ganadora de la edición 2025 del Festival de Viña / Foto: AGENCIAUNO

Febrero de 1989. Era apenas un niño y uno de mis primos que suele pasar algunos veranos en Viña del Mar me extendió una cordial invitación a pasar unos días en el departamento de la familia que queda cerca del muelle Vergara.

Les gusta salir a las playas, al carrete viñamarino y, por supuesto, asistir al Festival. Como soy parte del improvisado grupo, me llevan a ver el magno evento.

Recuerdos de infancia

Es la noche inaugural, se cumple la XXX versión del Festival y estamos en los años finales de la dictadura. Aún existen algunas tensiones políticas palpables en el ambiente del espectáculo.

El animador oficial es Antonio Vodanovic y la parrilla programática de ese primer día está encabezada por un sinnúmero de artistas. Por ejemplo, el cantante mexicano Emmanuel, la banda de Illinois REO Speedwagon, la chilena Myriam Hernández, más Pablo Ruiz y el actor venezolano Carlos Mata.

Impresiona el linaje que tiene cada uno de los shows. Aunque se trate de intérpretes populares, cada artista brilla haciendo lo suyo en el escenario, con un repertorio propio y sólido.

El año anterior había asistido George Martin como parte del jurado, el mítico ex productor y arreglista londinense de The Beatles. Como igualmente habían actuado como parte de la lista de artistas principales, agrupaciones como la banda escocesa de heavy Nazareth (1985); el conjunto de pop rock estadounidense Mr. Mister (1988), entre otras. Por lo que la vara de exigencia era mayor para aquellos que provenían como embajadores del rock y la música foránea en general.

Dos shows en un festival

Son las épocas además donde los artistas solían actuar dos noches seguidas en el festival. Así que, si te los perdías la primera vez, tenías la opción de volver a apreciar el show la jornada siguiente. Algo que resulta muy extraño hoy, considerando que la agenda de cada uno por lo general es bastante estrecha.

Eran los tiempos que Luis Miguel, Roberto Carlos, Dyango, Soda Stereo y muchos otros daban sendos espectáculos por partida doble. Un regalo extraordinario para cada uno de los fanáticos.

La añoranza de un evento más tradicional

Es más, si consideramos la escenografía del Festival, con todos esos elementos de antaño que quedaban al desnudo, claramente apuntamos a que ese período analógico del espectáculo despierta para los más viejos, mucha nostalgia. Sobre todo, de cómo se construía la narrativa informativa del Festival, desde los medios impresos, las radios y la televisión como foco principal, con programas emblemáticos de esos tiempos como, por ejemplo, “Aquí: Hotel O’Higgins”.

Si vamos más atrás, inclusive podríamos apreciar que el Festival tenía otros colores. De ser un evento bastante bien organizado por las autoridades locales, con mucha solemnidad, con asientos portátiles que están a años luz de lo que son las modernas instalaciones que predominan hoy, con espacios para que la orquesta de turno brillara, con la presencia de magníficas reinas de belleza, etc. A diferencia de la actualidad, que muchas veces el Festival tomó un camino más próximo a la farándula.

El gran fracaso. George Harris nunca entendió o jamás le explicaron que el público de la Quinta Vergara no es el mismo que el de Miami. Su rutina fue un fiasco, pero él prefirió hacerse la víctima de un acto de xenofobia / Foto: AGENCIAUNO

El debate sobre Viña del Mar 2025

Con respecto a la última edición, que tuvo lugar hace tan sólo unos días, por cierto, hay temas interesantes que destacar y otros que se hicieron tan visibles, que le restaron protagonismo a lo esencial que convoca el evento: la música.

De hecho, sucedió con el humor, donde la polémica por la actuación del comediante venezolano George Harris superó todos los márgenes posibles.

Un rotundo fracaso si lo analizamos desde el punto de vista del espectáculo más puro, pero también una rutina que no se sostiene para lo que está acostumbrado a ser Viña del Mar. Es decir, un humor ágil, ameno, con chistes directos y con referencias al plano local. Todo eso le jugó en contra a Harris, que, sin desmerecer sus antecedentes, no fue capaz de conectar con el público viñamarino, que simplemente lo terminó borrando de plano.

Eso, considerando que el venezolano suele llenar recintos de alta convocatoria en casi todos los lugares en los que actúa. De hecho, en Miami es habitual verlo actuar en teatros llenos. Pero, en Chile no se entendió su propuesta, al menos en el Festival, donde fue abiertamente abucheado. Situación que Harris inclusive transformó en una telenovela casi hispanoamericana, quejándose en todos los medios y plataformas de seguidores posibles.

Por otro lado, tuvimos la actuación de la música con espacios exclusivos dedicados al rock como la participación de Incubus y los británicos de The Cult. Con alta música y riffs diversos sonando en la Quinta Vergara. Asimismo, podemos destacar también las actuaciones de Myriam Hernández, la banda colombiana Morat, el cantante Sebastián Yatra, Kid Voodoo, y los igualmente comediantes Pedro Ruminot y Juan Pablo López.

El fantasma de Antonio Vodanovic

Sin embargo, hay mucho que mejorar. Por ejemplo, la animación. Si bien los conductores cumplieron con su rol, no deja de llamar la atención esa intensidad y su pose gritona y exagerada para relacionarse con los presentes. Algo que pareció molestar a muchos, sobre todo, considerando que Rafael Araneda, por ejemplo, no es primera vez que se hace presente en ese escenario. Se extraña, ante todo, la calidad, naturaleza y presencia que tenía Antonio Vodanovic para imponerse solamente con su experiencia y aptitud.

Estamos muy lejos entonces, de volver a tener un Festival que nos llene nuevamente las expectativas a todos. De alguna u otra manera, siempre habrá elementos que no permitan conectar de todo con lo que está sucediendo con el ya tradicional evento que se celebra año a año.

Lamentablemente lo mediático ha ido superando a lo musical, el principal referente cultural del espectáculo. Mucha alfombra roja, periodismo de farándula y cámara.

¿Viña aún tiene Festival?

Mira este video de cómo era el Festival de Viña antaño (Archivo Museo de la Moda):