Con el enemigo en casa: el peligro de las cocinas a gas
Investigadores europeos advierten que se producen miles de muertes prematuras por culpa de la contaminación de las cocinas de gas con dióxido de nitrógeno.
Las cocinas de gas contribuyen a la muerte prematura de unos 40 mil europeos al año, según concluye el primer estudio científico de este tipo. Y, sin embargo, hace casi 50 años el mundo es consciente de los peligros del dióxido de nitrógeno (NO2) que emiten las cocinas de gas.
Ahora, investigadores de Ciencias de la Salud de la Universidad Jaume I, en España, calcularon el número anual de muertes por esta causa. Y descubrieron que en 14 países europeos se crean condiciones peligrosas en el interior de un hogar medio.
“Ya en 1978 supimos que la contaminación por NO2 es mucho mayor en las cocinas de gas que en las eléctricas. Pero sólo ahora fuimos capaces de cifrar la cantidad de vidas que se están truncando”, afirma la autora principal del estudio, Juana María Delgado-Saborit.
Los países europeos más expuestos
Alrededor de un tercio de los hogares europeos cocinan con gas. Y son estas viviendas las que tienden a tener los niveles más altos de dióxido de nitrógeno. Se estima que Italia, Polonia, Rumania, Francia y Reino Unido registran el mayor porcentaje de muertes prematuras provocadas por las cocinas de gas. La contaminación es peor en los hogares con poca ventilación y en los que se cocina durante más tiempo.
La calidad del aire interior es un grave problema de salud, porque los europeos pasan casi todo el invierno dentro de casa. Además, las edificaciones reciben menos aire fresco, pues se diseñan para ser más herméticas. También se ha descubierto que las cocinas de gas emiten metano, un potente gas de efecto invernadero, incluso cuando están apagadas.
¿Cómo se calcularon las muertes?
El estudio puede suponer un avance significativo en nuestra comprensión de los costos que la cocina de gas tiene para la salud humana. Los investigadores utilizaron docenas de estudios sanitarios que habían establecido tasas probables de riesgo de asma y muertes prematuras causadas por un nivel determinado de NO2.
Estudios anteriores no pudieron aplicar los índices de riesgo al mundo real hasta el año pasado. Fue después de que investigadores holandeses realizaran mediciones exhaustivas de NO2 dentro y fuera de los hogares de varios países europeos. Así se obtuvo una imagen más precisa hasta la fecha de la contaminación interior provocada por las cocinas de gas.
La universidad utilizó conjuntos de datos gubernamentales para ampliar los resultados y elaborar mapas regionales de la contaminación interior procedente de las cocinas. Esto permitió a los investigadores calcular las primeras estimaciones científicas de muertes prematuras y casos de asma infantil por NO2 en Europa.
Cómo combatir la contaminación de las cocinas de gas
Según la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA, siglas en inglés), la Unión Europea carece de normas sobre el asunto. No legisla sobre la calidad del aire interior y sus instrumentos legislativos para atajar el problema son fragmentarios. El bloque debe proponer normas actualizadas para las cocinas de gas a finales de este año y estudia restricciones a la contaminación, incluido el NO2.
La EPHA insta a Bruselas a eliminar rápidamente las cocinas de gas mediante límites de emisiones. Y a introducir incentivos económicos para cambiar a cocinas más limpias.
“Durante demasiado tiempo ha sido fácil ignorar los peligros de las cocinas de gas”, afirma Sara Bertucci, responsable de salud pública mundial de la EPHA. “Al igual que con los cigarrillos, la gente no pensaba mucho en sus efectos sobre la salud. Y, al igual que los cigarrillos, las cocinas de gas son un pequeño fuego que llena nuestro hogar de contaminación”.
Por lo mismo, asegura, al igual que los gobiernos ayudaron a los ciudadanos a dejar los cigarrillos, la EPHA sostiene que también deberían ayudarnos a dejar el gas. La alianza también quiere que las cocinas lleven etiquetas obligatorias que señalen los riesgos de contaminación. Esto, junto a campañas de educación pública sobre los riesgos de quemar combustibles al interior de los hogares.