Columna de Sergio Gilbert: Golpee la mesa, Tiago…
Tiago Nunes tiene todo el derecho a levantar la voz, a tirar el mantel, a ponerse pesado y hosco ante sus jefes porque ya estaba bueno que alguien lo hiciera.
En las últimas horas trascendió que el técnico brasileño de Universidad Católica, Tiago Nunes, habría hecho lo que ningún entrenador cruzado ha podido (o querido) hacer en los últimos años: golpear la mesa del gerente deportivo, José María Buljubasich.
Incluso se dijo que Nunes, si bien no renunció formalmente, sí le dijo a Tati (sobrenombre que a estas alturas parece caricaturesco en razón de su formal cargo) que no tenía problemas en agarrar sus cositas e irse, pese a tener contrato vigente hasta fines de 2025.
¿Cuál fue la razón de la molestia de Nunes?
La tardanza y la marcada cicatería de la UC para armar su plantel. Algo que ha venido ocurriendo en forma constante en, al menos, los últimos cuatro años. Y que ha tenido costos altos para el elenco de la franja, que ha perdido el protagonismo y la consistencia competitiva que tuvo -al menos a nivel local- en los años cuando obtuvo el tetracampeonato.
Gastar poquito
Y es que la UC, con esta política de gastar poquito, de ir sólo por los ofertones 2×1, de buscar negociar sólo en base a préstamos, de esperar apuntarle a apuestas sin sustento, se ha convertido en un club chiquitito, esmirriado, del montón, en cuanto a ambiciones deportivas.
A Cruzados SADP ya parece no importarle la ganancia de todos los fines de semana en las canchas. Antepone otras cosas que pueden ser valorables -como la construcción de su nuevo y moderno estadio- pero que, en ningún caso alcanzan para que el hincha, el seguidor, el fanático del club de la franja sea satisfecho en su ambición lógica de gloria deportiva.
Lo deportivo en segundo plano
A la UC lo que parece estar pasándole es sentir que el desarrollo institucional tiene que ver más con los ejemplos que con las victorias.
Invertir en infraestructura para erigirse como ejemplo, establecer ideales o principios para sentirse moldeador de sociedades, presumir de una ética asentada en su relación indirecta con una universidad es hoy mucho más importante en la UC que ganar los clásicos o clasificar a la Copa Libertadores.
Y que no se niegue, porque es cosa de ver dónde han estado puesto los esfuerzos, las platas y los discursos de los accionistas, dueños y presidente de la SADP en los últimos años.
El mérito de Nunes
Sí, Tiago Nunes tiene todo el derecho a levantar la voz, a tirar el mantel, a ponerse pesado y hosco ante sus jefes, porque ya estaba bueno que alguien lo hiciera.
Sus antecesores se vieron enfrentados a lo mismo y tragaron saliva, se mordieron los labios y bajaron la cabeza. Pero ya era hora de que alguien dejara de lado sus miedos y se las cantara bien claro a Tati…
Tiago Nunes, es verdad, quizá no haya sido el salvavidas que la UC quiso moldear cuando fue a buscarlo a Brasil. El tipo, como entrenador, está aún al debe en varias cosas y seguro sabe que le falta mucho para ganarse el cariño de la hinchada.
Pero vamos, haberse puesto los pantalones, darle al pan, pan y al vino, vino, es más que valorable.
Y era momento que alguien se las cantara claritas a los que pasan sus horas en San Carlos viéndose el ombligo y felicitándose por ser tan bacanes cuando, en verdad, tienen cero conexión con el mundo real de la fanaticada cruzada.