Columna de Arturo Castillo: El consejo de Lula y la selección brasileña

Imagen del autor

Por El Ágora
Actualizado el 15 de octubre de 2024 - 11:51 am

Sorpresa causó la recomendación que el presidente de Brasil manifestó al máximo dirigente del fútbol de ese país, advirtiéndole que no incluya en la nómina de la selección a jugadores que militan en el extranjero.

Por ARTURO CASTILLO VICENCIO / Foto: ARCHIVO

Luiz Inácio Lula Da Silva, el presidente de Brasil, reconoció en una entrevista radial que después del triunfo frente a Chile por dos goles a uno, partido jugado en el Estadio Nacional de Santiago por las Clasificatorias mundialistas, se reunió con el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, para aconsejarlo al respecto.

“Tenemos que dar oportunidades a jóvenes de nuestro medio”, señaló Da Silva. “Los que están afuera no son ningún crack, sólo tenemos a un montón de jóvenes que no son mejores que los que tenemos aquí. En Europa no tenemos a ningún Garrincha ni a ningún Romario”.

Entre sus argumentos, atendió al hecho de que los dos goles marcados ante La Roja fueron anotados por jugadores del medio local. Luis Henrique e Igor Jesus militan en el Botafogo de Río de Janeiro.

El presidente Lula ha sido un permanente crítico por el accionar de la selección verde amarilla, que recién, frente a Chile, rompió una mala e inesperada racha de derrotas en las Clasificatorias.

Por esta razón, sus dichos y recomendaciones planteadas a los máximos dirigentes de la CBF causaron asombro y preocupación.

Pese a que no ha habido alguna reacción oficial desde el ente rector del fútbol brasileño, en círculos privados se comenta lo inapropiado de las declaraciones de Lula, puesto que Brasil se ha caracterizado por formar grandes jugadores que han militado con éxito en los más grandes clubes del mundo.

De aceptarse el consejo del mandatario brasileño, quedarían fuera de la selección jugadores como Vinicius Junior, Rodrygo, Militao y Endrik, del Real Madrid, o Raphinha, del Barcelona, entre otros.

Pero lo que más inquieta que esta intervención podría también salpicar a otras disciplinas deportivas en las que Brasil tiene destacadas participaciones en el ámbito internacional y cuyas figuras se han desarrollado entrenando en otros países, aprovechando la experiencia y calidad de federaciones europeas y estadounidenses. En los últimos Juegos Olímpicos de París, Brasil obtuvo 20 medallas y 89 en los Juegos Paralímpicos.

Y muchos de los atletas de alto rendimiento entrenan y reciben sus conocimientos deportivos en el medio internacional, fuera de su país.

O sea, ¿ellos también deberían quedar excluidos de sus selecciones nacionales?

Parece que Lula no ha dimensionado el alcance de sus palabras que, por venir de la más alta autoridad nacional no quedarán fácilmente en el olvido ni serán consideradas como un desaguisado más al que nos tienen acostumbrados los políticos cuando intervienen en asuntos que no les son propios de sus conocimientos ni de su ámbito de acción.

Vivimos en un mundo irrenunciable e irrevocablemente globalizado, en el que la interacción cultural, social, étnica y, también, naturalmente, deportiva no se puede ignorar, pues afectaría la sana convivencia internacional.

Un país no puede encerrarse en sí mismo, argumentando que tiene las suficientes capacidades para autoabastecerse de su intelectualidad.

En ese sentido, también alguien podría pensar, y con justa razón, que tampoco debiéramos enviar a estudiar al extranjero a profesionales del ámbito técnico, artístico, literatos y deportistas para encontrar afuera el perfeccionamiento para el desarrollo exitoso de sus actividades.

Y aunque no se sabe cómo fue tomado el tenor de las palabras del presidente Lula ni hay una respuesta oficial al respecto, este grado de intervención camuflada añade otro pelo a la sopa al difícil momento que vive el fútbol brasileño, que recién con el triunfo ante Chile ha podido tener momentos de respiro.

ARTURO CASTILLO VICENCIO

Estudió Periodismo y Ciencias Políticas en la Universidad de Chile. De sus 44 años de ejercicio, 20 fueron en TVN, Mega y revista Ercilla. Por once años reportero de Moneda y docente durante ocho en las universidades Santo Tomás, Sek, Uniacc, Del Desarrollo y Arcis.