Juegos Deportivos: beneficios a corto y largo plazo

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Por Pedro Lira Bianchi
Actualizado el 23 de septiembre de 2024 - 9:53 pm

Entre el 22 de septiembre y el 5 de octubre competirán unos 3.200 deportistas de las 16 regiones de Chile en los quintos Nacionales y los terceros Paranacionales.

Por PEDRO LIRA BIANCHI / Foto: ARCHIVO

Entre el 22 de septiembre y el 5 de octubre competirán unos 3.200 deportistas y paradeportistas de las 16 regiones de Chile. Lo harán esta vez en la quinta versión de los Juegos Deportivos Nacionales y en los terceros Paranacionales. Buscarán ser los mejores en 14 disciplinas los primeros, y en seis deportes los segundos.

El hecho de que vuelvan a organizarse estos eventos multideportivos en la categoría “todo competidor”, luego de cinco años, es una muy positiva noticia.

Si Chile dimensiona seriamente estos eventos y los planifica a largo plazo, si es capaz el país de mantenerlos e inyectarle un conjunto de elementos en que aún el país es deficitario, no hay duda que podrán colaborar al desarrollo y la asociatividad del deporte competitivo regional y nacional. Y, como otra consecuencia, tener mayor masa crítica para el deporte chileno de alto rendimiento.

El maratonista Hugo Catrileo porta la antorcha durante la ceremonia de inauguración.

Los Juegos Nacionales comenzaron a realizarse en Chile en 2013, sólo con deportes convencionales. En 2017 se sumaron disciplinas paralímpicas. De las cinco ocasiones en que se han organizado, tres fueron en Santiago, y en regiones se han hecho dos. En 2017 en el Biobío, con sedes en Concepción, Talcahuano y Chillán. Y estos de 2024 en la región de la Araucanía, con sedes en Temuco, Villarrica, Pucón y Padre Las Casas.

La buena noticia de su reedición se comenzó a conversar en 2023, durante la organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023. Autoridades de La Araucanía se contactaron con el presidente del Comité Olímpico de Chile, Miguel Ángel Mujica, y le plantearon la inquietud.

Le dijeron que la región necesitaba organizar eventos deportivos para comprobar que también podían ser cuna de hechos constructivos para el desarrollo local y nacional.

Mujica viajó a Temuco, se reunió con las autoridades y hubo un compromiso de lograr competencias para esa zona del país. En mente de Mujica estaban los Juegos Nacionales y Paranacionales. El Estado dejó de hacerlos en 2019, por la pandemia de covid y por desinterés ante la gigantesca organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos.

El paso siguiente del presidente del COCH fue conversar con el Ministerio del Deporte. La materia prendió. Y que haya sucedido, no sorprendía. El punto 14 del programa deportivo del gobierno de Gabriel Boric indica que se “potenciarán los Juegos Nacionales y Paranacionales”.

Lo concreto es que el 23 de abril de este año, en la sede principal del COCH, se dio a conocer por parte del ministro del Deporte, Jaime Pizarro, el presidente del COCH, Miguel Ángel Mujica, y el alcalde de Temuco, Roberto Neira Aburto, que los Juegos Nacionales y Paranacionales serían reeditados en La Araucanía.

El costo del esfuerzo sería intersectorial, materia novedosa para este tipo de situaciones. Cuatro instancias financiaron la organización: el Instituto Nacional de Deportes invirtió dos mil millones; el gobierno regional, mil; y 500 puso el municipio de Temuco. A esos 3.500 millones de pesos (unos 3.7 millones de dólares) hay que agregar un cuarto e importante socio: la inversión de las demás regiones. Porque las otras 15 regiones debieron financiar el traslado de cada delegación regional desde sus capitales hasta Temuco.

Este tipo de eventos se organizan en varios países de América Latina. México (todos los años), Venezuela (cada dos años) y Colombia y Ecuador cada cuatro años. Allí, los Juegos Nacionales y Paranacionales son uno de los pilares para reforzar el deporte territorial y la representatividad internacional. Si Chile pretende lo mismo, tendrían que cumplirse algunas condiciones:

  1. Estos Juegos no tienen un “dueño” político. En Chile ya se han hecho en gobiernos de distinto signo y así debiera seguir sucediendo.
  2. Los Juegos deberían lograr una periodicidad fija. La recomendación: cada dos años para lograr un afiatamiento organizativo y de preparación deportiva. Hay que evitar que sean eventos a organizar el mismo año que se realizan. De ser así, su legado será pasajero.
  3. Sería ideal planificar desde ahora las sedes para las versiones 2026, 2028 y 2030. ¿Razón? Permitir a las regiones sedes preparar con antelación los recintos deportivos requeridos, incluso si es necesaria su construcción. Hay deportes en que sus recintos con medidas internacionales solo están en Santiago. El ciclismo pista y la natación son un ejemplo.
  4. Eventos de esta característica sirven para que el Estado, COCH, Copachi, federaciones, asociaciones y clubes se fortalezcan y trabajen en conjunto para capacitar constantemente sus cuerpos técnicos, recursos humanos en ciencias aplicadas, cuerpos arbitrales y voluntariados, por nombrar algunos temas.
  5. Las alicaídas competencias nacionales, incluyendo las ligas en deportes de conjunto, podrían beneficiarse y potenciarse ya sean zonal o nacionalmente.
  6. Para afiatar los eventos mencionados, sería importante que se analice incluir que estas competencias sean fundamentales. Que los logros y marcas obtenidos redunden instrumentos de fomento como, por ejemplo, conceder premios, entregar un Proddar para estas competencias y/o la participación en algún evento del ciclo olímpico.
  7. Si del 2013 al 2024 se aumentaron en Chile los deportes convencionales de 8 a 14 (con 2 disciplinas) y los paradeportes de 4 a 6, hay que analizar un nuevo aumento para el futuro.

En 2010, Fabio Ramírez y Leonardo Viana llegaron a Chile contratados por el COCH para asesorar el Plan Olímpico. Los expertos colombianos en alto rendimiento indicaron que un elemento clave para Chile era crear los Juegos Nacionales y Paranacionales.

Colombia ya ha organizado 32 Juegos Nacionales y Paranacionales. Para ese país son un orgullo. Argumentan que los Juegos les permitieron ganar los Juegos Sudamericanos Medellín 2010 y tener medallistas olímpicos en todos los Juegos de los últimos 20 años.

La contundencia de estos eventos en Colombia ha implicado que las autoridades aprobaran leyes para su continuidad. El Decreto Ley 1228 de 1995 dice en su artículo 27: “Los Juegos Deportivos Nacionales constituyen el máximo evento del país y se realizarán en categoría abierta cada cuatro años, iniciando el ciclo de preparación de los atletas que representarán al país en los eventos internacionales”.

Aparte, en 2019, el Congreso colombiano aprobó la Ley 1946, que indica: “Los Juegos Paranacionales tienen un ciclo de cuatro años. Se realizarán inmediatamente después y en las mismas sedes de los Juegos Nacionales, con la misma estructura y logística”.

Los Juegos Nacionales y Paranacionales son mucho lo que suman. Los conocedores del tema creen que su legado se empezará a ver nítidamente en unos 10 años. La experiencia indica que la apuesta vale la pena.