la U, de mal sueño a pesadilla
Los azules fueron humillados en Antofagasta, cerrando una semana de miedo que los deja en el suelo y sin armas claras para pelearle a un destino que se ve cada día más oscuro.
Cada día puede ser peor, dice el refrán que ilustra esos períodos en que las desgracias se dejan caer una tras otra, nublando la claridad y el temple para salir de la tormenta.
Así está hoy Universidad de Chile, que con su vergonzosa derrota 0-4 ante Antofagasta coronó una semana de puros sucesos aciagos que la dejan abatida y desconcertada, al punto que hoy no se ven puertas de escape y lo único claro es que no solo el equipo sino que todo el universo azul parece estar siendo tragado por un hoyo negro.
La cadena de triunfos de la mano de Frank Darío Kudelka en la Copa Chile -mientras todo el país futbolero disfrutaba un mundial de alto vuelo- hizo pensar a la hinchada azul que el período de insoportable pasividad de Ángel Guillermo Hoyos había quedado atrás, que las bravuconadas entre sus referentes en pleno Superclásico y que los deseos de huir de Jean Beausejour y Gonzalo Jara eran cosa del pasado. La mayoría soñó que la segunda fase del campeonato nacional marcaría un revulsivo.
Pero no. En pocos días se sucedieron lamentables hechos de distinta índole, pero todos confluyentes en el actual descalabro, que endilgan culpas por doquier, incluyendo a jugadores, hinchas y dirigentes.
En lo futbolístico, el desperdicio ante Huachipato en la fecha anterior insinuó que este equipo sigue tan frágil como siempre, con iguales desánimos y defectos, y casi ya sin variables técnicas ni tácticas para iniciar la remontada.
En lo anímico, para peor, el clima se enrareció a mitad de semana con la balacera en el Centro Deportivo Azul y con las una vez más desubicadas y soberbias declaraciones de Johnny Herrera inculpando sin pruebas a fanáticos de Colo Colo. Los entretelones de esta noticia de crónica roja insinúan, mas bien, posibles ajustes de cuenta en la barra propia, develando de paso que delincuentes hechos y derechos son parte del núcleo más cercano a la institución.
Y si los dirigentes habían librado hasta allí, la culpa se les vino encima con las inoportunas salidas del plantel de Mauricio Pinilla y Ángelo Araos, el primero un goleador venido a menos, pero con ese espíritu de lucha que hoy no abunda en el equipo, y el segundo uno de los pocos elementos talentosos y con futuro. El alejamiento de ambos -sumado al de Lorenzo Reyes en pleno receso- sugiere que Azul Azul no tiene hoy la capacidad ni menos la voluntad real para llevar al club a un período mejor y que la lucha por el título en el torneo nacional se torna quimérica. Acaso obtener la Copa Chile pueda ser su único consuelo.
Lo de hoy en Antofagasta reafirma lo que llevó a sospechas en la igualdad 2-2 con Huachipato. Este equipo cuenta con un nuevo entrenador, pero con un mismo plantel, cada vez más despotenciado y con varias figuras que ya aparecen haber agotado todas sus municiones. Hoy saltan a la cancha con balas de fogueo.
Es que con un arquero que no es el que fue, con una defensa tan frágil como siempre y sin su mejor volante ni sus mejores delanteros, la oncena azul solo demuestra impotencia para torcerle la mano al destino.
La goleada de los pumas es justa e inobjetable. Luego de un primer tiempo de paridad que para la U significó una repetición de sus limitaciones de toda la temporada, Antofagasta demostró en el segundo por qué es uno de los mejores equipos del torneo, marcando con su claridad táctica y convicción anímica notables diferencias respecto de su anodino rival.
Los goles del argentino Rodrigo Contreras, de Michael Lepe y del hábil y productivo venezolano Edward Bello (que concreta lo que su compatriota Soteldo solo insinúa) desnudaron no solo debilidades defensivas sino que, por sobre todo, el pobre andamiaje de todas las líneas azules.
¿Cómo puede mejorar la U? Difícil decirlo. La imaginación no da para tanto. Acaso el regreso de Beausejour, si lo hace en buenas condiciones físicas y con mente despejada, y la urgente contratación de un goleador aprovechando una última oportunidad reglamentaria, sean la única tabla de salvación.
Tal vez no alcance para mucho, considerando la pobreza del resto del plantel, pero sí para seguir evitando humillaciones como la de esta tarde.
PORMENORES
Torneo Nacional: Decimoséptima fecha.
Estadio: Calvo y Bascuñán.
Público: 8.142 espectadores.
Arbitro: Piero Maza.
ANTOFAGASTA (4): P. Garcés; F. Sepúlveda, T. Asta-buruaga, B. Romo, S. Cordero; G. Sandoval, M. Lepe; P. Becker (74′, O. Hernández), E. Bello, F. Flores (87′, J. Flores); R. Contreras (77′, F. Ciampichetti). DT: G. Ameli.
U. DE CHILE (0): J. Herrera; F. Schultz, G. Jara, R. Vaz, M. Rodríguez; R. Echeverría, F. Seymour, D. Pizarro (72′, I. Díaz); F. Arancibia, N. Guerra, S. Ubilla (54′, Y. Soteldo). DT: F. Kudelka.
Goles: 46′ y 50′ Contreras, 70′ Lepe y 90+3 Bello (A)
Tarjetas amarillas: en el local, Astaburuaga, Flores y Sepúlveda; en Universidad de Chile, Jara.