Calefacción, sí, pero con cuidado
En invierno -sobre todo en el frío julio- es primordial estar temperados en casa. Pero cualquiera sea el método utilizado, se deben tener en consideración mínimas medidas de seguridad.
Por EL ÁGORA / Foto: ARCHIVO (REFERENCIAL)
Ya tuvimos el mayo más frío de las últimas décadas, y ahora los especialistas dicen que julio puede ser peor. Por eso es indispensable calefaccionar de la mejor manera los hogares, lo que puede evitar muchos malos ratos y enfermedades asociadas.
Estufas, calefactores, convectores, paneles eléctricos, calderas o combustión a leña son las opciones más comunes, pero no necesariamente las más seguras.
Los aparatos pueden ser usados por cualquier adulto, pero siempre pueden representar un riesgo si no se toman precauciones.
La primera medida es limpiar los sistemas que no hemos utilizado. Muchas veces una estufa (gas o parafina), una salamandra o el convector pueden estar llenos de polvo que hay que eliminar. En el caso de la parafina, se debe verificar el estado de la mecha. Si no está en óptimas condiciones, es mejor reemplazarla. Lo mismo sucede con las estufas de combustión a leña o pellets.
También es primordial encontrar un buen lugar para instalarlo (obviamente, si no se trata de calefacción central, energía solar o algún sistema similar). El ideal es dejar la estufa en un rincón de nula circulación de personas, para evitar volcamientos. Además, la estufa debe estar lejos de cualquier material combustible, como muebles o cortinas, por el riesgo de incendio.
A la vez, debe localizarse en un sitio de buena circulación de aire. Recuerde que los sistemas tradicionales utilizan gas o parafina, que provocan contaminación al interior del hogar.
Otras precauciones:
-No dejar solos a niños o personas vulnerables con estufas encendidas.
-Evitar que las mascotas estén dentro de la casa.
-No dejar encendido el sistema de calefacción al momento de dormir o salir de la casa o departamento.
-Verificar el estado de las mangueras, reguladores de gas y enchufes.