Copa Libertadores: Unión Española no estuvo a la altura

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Por Eduardo Bruna
Actualizado el 24 de febrero de 2017 - 12:01 am

Fue un papelón de aquellos. Unión Española fue vapuleada de manera inclemente en La Paz por The Strongest, por 5 a 0, pero lo cierto es que si el marcador hubiese terminado 9-0 o 10-0 a favor del cuadro boliviano, nadie podría haber objetado nada.

Así de humillante fue la caída del cuadro hispano, que de esta forma dijo adiós a sus ya débiles pretensiones de clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Si en Santiago apenas había conseguido un agónico empate a un gol, en la altura paceña fue zarandeado a su regalado gusto por un cuadro local que no tuvo puntos bajos pero sí una figura excluyente: Pablo Escobar.

Porque el paraguayo nacionalizado sumó a su buena primera etapa una segunda de actuación sencillamente descomunal. No sólo porque anotó los últimos tres goles de su cuadro, sino porque se perdió un par más e hizo jugar a todos sus compañeros con una calidad, autoridad y jerarquía que, para cualquiera que no sepa o esté al día en el fútbol, podría considerarlo un crack de nivel mundial.

Un verdadero Gareth Bale latino, o poco menos.

Y, lo sabemos, ello no es así. Escobar es un buen jugador en un fútbol menor, como el boliviano, pero si llegó a brillar en la forma que lo consiguió anoche es sencillamente porque nuestros equipos representativos transitan por una mediocridad que preocupa y espanta. En otras palabras, Unión Española se sumó al fracaso de Colo Colo, para empobrecer aún más una historia jalonada, en los últimos años, por actuaciones que rozan lo vergonzoso.

Nuestra mediocridad casera es tanta, que aflora frente al primer compromiso más o menos en serio. Pero acá seguimos haciéndonos los locos y negándonos a ver lo que es evidente: nuestro campeonato está cada día peor, sencillamente porque los señores regentes de las Sociedades Anónimas Deportivas que rigen nuestro fútbol están más preocupados del negocio que de fortalecer sus equipos mediante una buena gestión.

Para decirlo más claro aún: la inmensa mayoría de ellos no tiene idea de fútbol. Por lo mismo, piensan que nuestros equipos pueden ser competitivos a nivel internacional. Y cuando como esta vez, en La Paz, la cruda realidad los cachetea, prefieren hacerse los lesos y mirar para el cielo.

Lo de Unión Española fue un desastre de principio a fin. ¿Qué otra cosa se puede decir de un cuadro que no sabe atar ni desatar, que no es capaz de procurarse ni siquiera una oportunidad clara de gol en 90 minutos? The Strongest, un cuadrito al que en la fase de grupos no le auguramos mayor futuro, sin embargo, fue capaz de vapulear a su regalado gusto al cuadro hispano.

Apenas 12 minutos tardó la apertura de la cuenta. Escobar logró controlar una pelota filtrada al área por Castro y metió el centro ayudado por la blandura en la marca de Currimilla. Por el centro del área, Veigaza aprovechó la indecisión de Mancilla para conectar el zurdazo que se clavó en el arco de Sánchez.

El partido tomó un rumbo definitivo unos minutos después. Unión quedó muy mal parada tras una serie de combinaciones intrascendentes que culminaron, como siempre, con un balonazo sin destino. El anticipo boliviano funcionó una vez más y del rechazo surgió un contragolpe de oro. Escobar, de las dos opciones que tenía para la descarga, optó por Chumacero, que entraba destapado por la derecha, y el remate cruzado de este fue tan ajustado y preciso que dejó sin opción alguna a Sánchez.

Si la primera etapa había sido un desastre, la segunda simplemente fue el acabose. Los jugadores hispanos eran incapaces de ganar algún duelo mientras que, por contraste, cada carga de The Strongest amenazaba con llegar a las mallas.

Pablo Esciobar, a los 51, 73 y 78 minutos, se erigió en el goleador y en la figura excluyente del partido.

El Hernando Siles, con toda razón, fue una fiesta. La hinchada boliviana se regocijó gritando olés mientras los jugadores hispanos corrían sólo por inercia, rogándoles a todos los santos que el partido acabara pronto, para terminar el verdadero baile del que estaban siendo objeto.

Nos quedan Universidad Católica y Deportes Iquique como cartas en esta Copa Libertadores. De los cuatro que partieron, dos ya quedaron tristemente en el camino, como recreando esa antigua canción infantil que habla de los perritos que van cayendo uno a uno.

A estas alturas, viendo nuestra triste realidad, jugar a ilusionarse resulta ingenuo. Pensar en que alguno de ellos clasifique en su grupo, parece del todo desmedido. Parece más sensato –y por cierto realista- esperar sólo que cumplan un papel digno y que al menos no protagonicen estos papelones que ya nos brindaron albos e hispanos.

PORMENORES

Copa Libertadores de América.
Partido de Tercera Fase.
Estadio: Hernando Siles, de La Paz.
Arbitro: Enrique Cáceres (Paraguay).

THE STRONGEST: Vaca; D. Bejarano, Maldonado, Martelli, M. Bejarano; Castro, Wayar, Chumacero (60´ Ramallo), Escobar; Alonso (76´ Pedrozo), Veizaga (84´ Jara).

U. ESPAÑOLA:
Sánchez; Currimilla, Mancilla, Domínguez, Larenas; Galdames (59´ Aránguiz), Seymour, Pinares (64´ Meneses); Jaime (75´ Gómez), Salom y Churín.

GOLES: Veizaga a los 12´, Chumacero a los 24 y Escobar a los 51´, 73´y 78´.

Tarjetas amarillas: En The Strongest, Maldonado y Castro. En Unión Española, Aránguiz, Seymour y Churín.