Colo Colo partió a toda orquesta para terminar muy desafinado
Pareció que, una vez más, Colo Colo iba a ganar arrasando. Al final, terminó agobiado y rogando por el pitazo final frente a un O´Higgins que, más allá del zarandeo inicial del que fue víctima, nunca perdió el orden y la línea. Fue un 2 a 1 al cabo angustioso para las huestes albas, que aún no pueden entender cómo ese equipo punzante y dominador de la primera etapa había terminado diluyéndose completamente.
Queda para el Cacique, por cierto, la satisfacción del triunfo y de los tres puntos, que le permiten seguir liderando la tabla, pero también la inquietud de preguntarse cómo se puede pasar de dominador a dominado casi sin transiciones. Cómo, en un mismo encuentro, se pueden mostrar dos caras tan diametralmente opuestas.
Las razones, a nuestro juicio, fueron dos: el afortunado descuento del cuadro rancagüino, cuando el equipo estaba prácticamente “groggy”, y el incomprensible cambio determinado por Guede para la segunda etapa, excluyendo a Pavez para hacer ingresar a Pedro Morales.
Porque, claramente, Colo Colo perdió marca en el mediocampo. Valdés, retrasado a ese sector, puede disimular su falta de marca teniendo a con todo su oficio Pavez al lado, pero ya es más difícil cuando, como compañero de quite, tiene a Suazo, un juvenil que mezcla aciertos notables con errores rotundos.
O´Higgins, fortalecido por ese descuento que le había caído del cielo, terminó emparejando la brega en los minutos finales de la primera etapa y, en el segundo tiempo, sencillamente superó a Colo Colo. Un Colo Colo que, además de perder marca y presencia en el medio, no supo capitalizar dos oportunidades de oro para haber estirado las cifras y recuperar una tranquilidad definitivamente extraviada.
Como frente a Unión Española primero, como contra Audax Italiano después, Colo Colo comenzó a toda orquesta. Era capaz de prosperar rápido en el terreno de juego con trazos largos y cortos que evidenciaban una llamativa exactitud. Para decirlo de otra manera, a los jugadores albos les resultaban todas las combinaciones que intentaban mientras sus rivales celestes parecían a ratos dibujados.
A nadie extrañó, por lo mismo, que ya a los 6 minutos el Cacique abriera la cuenta. Vilches, de buena actuación, pero peleado con el gol, prolongó una buena jugada alba alargando hacia la derecha, banda por la que entraba Figueroa. El centro de este, buscando a Paredes, fue rechazado de cabeza por Opazo, sólo que la segunda pelota la ganó el “Pajarito”, que a la entrada del área metió un zapatazo terrible que se coló violentamente en el arco de Pinto.
Lo extraño es que le dieron el gol a Paredes, que estaba en el suelo y en cuyo cuerpo rebotó el balón antes de ingresar al arco. Nos parece que, así como cuando un jugador busca el arco y llega al gol ayudado por el rebote en un defensa rival, y la conquista se le reconoce, esta vez debiera ser lo mismo.
Pocos minutos después, Colo Colo volvía a obtener premio a su juego de alto vuelo para nuestro nivel local. Tras vistosa jugada de los delanteros albos, parecía que la defensa rancagüina había podido resolver el trance, sólo que el balón le cayó al “Pajarito” Valdés quien, con una precisión notable, pudo vencer el “off side” dejando solo a Paredes, que no tuvo problemas para controlar, eludir a la carrera a Pinto y hacer llegar el balón a las mallas.
Hasta ese momento, O´Higgins no había tenido aproximaciones que significaran algún tipo de riesgo para la portería de Villar. Si alguien amenazaba con hacerse presente una vez más en la red, ese era Colo Colo. Sin embargo, cuando se jugaba el minuto 30, O´Higgins encontró el gol que le daría vida en forma absolutamente impensada. Desde 30 o más metros, remató Márquez, pero el balón dio caprichosamente en la espalda de Insaurralde, que corría hacia el área alba, descolocando absolutamente al meta paraguayo, que buscaba el destino primitivo de la pelota.
¿Gol de Insaurralde? A nuestro juicio, gol de Márquez.
A pesar de la clara levantada rancagüina, Colo Colo pudo liquidar en dos oportunidades clarísimas. La primera, cuando Paredes desperdició un penal de forma increíble. Puesto frente a frente con Pinto, luego que un centro de Valdés diera en la mano de Osorio, el zurdo le pegó con todo, la pelota dio en el travesaño, picó sobre la línea y, cuando el goleador llegó a empalmar su insistencia de cabeza a la red, su conquista fue anulada por posición fuera de juego. Distinto habría sido si el balón rebotaba en Pinto.
La otra la dejó ir Vilches, solo frente a Pinto y con balón dominado, tras precisa habilitación del “Pajarito”. Como había ocurrido la semana pasada, dos veces frente a Peric, el proveniente de Huachipato no pudo redondear su buena faena con el gol que lo habría elevado a la categoría de una de las figuras del partido y, en lugar de picarla, o eludir a un Pinto que estaba completamente entregado, remató a ciegas contra el cuerpo del arquero.
Con el partido abierto, con el marcador estrecho, O´Higgins se jugó con todo y lo hizo bien. Superó con largueza a un Colo Colo que, además de perder marca en el mediocampo, vio como varios de sus jugadores clave se quedaban sin gasolina. Paredes fue el mejor ejemplo, aunque como él hubo varios que bajaron rotundamente su rendimiento.
O´Higgins, eso es claro, estuvo siempre más cerca de la paridad que Colo Colo del golpe de nocaut.
Lo perdió Muñoz, rematando al cuerpo de Villar tras superar a Baeza; lo perdió Barriga, entrando destapado en diagonal y rematando alto; lo evitó Villar, yendo en gran forma abajo ante un remate desde fuera del área de Opazo; lo volvió a perder Barriga, en jugada calcada a la de su primer intento; y, por último, lo perdió de modo increíble Medel cuando Villar había quedado lejos de su arco por rechazar desesperadamente un pésimo rechazo de Baeza que se transformó en una gran habilitación para los delanteros celestes.
Queriendo apurar la jugada, Medel remató de primera, cuando tenía tiempo de sobra para controlarla y medir su remate.
Recién en los descuentos, con O´Higgins jugado al todo o nada, Colo Colo pudo estirar las cifras. Paredes pretendió enmendar una prometedora jugada en que cuatro jugadores albos corrían frente a sólo dos rancagüinos y que, sin embargo, careció, para variar, de un último pase bien medido. Ya sin ángulo de remate, el goleador metió el centro que en la boca del arco el “Pajarito” desvió de manera increíble al intentar la “palomita”.
Habría sido un 3 a 1 demasiado generoso. Un marcador absolutamente exagerado para lo que fueron los 90 minutos. Y es que Colo Colo, que había comenzado jugando a toda orquesta, terminó pegándose reiteradas desafinadas que bien pudieron costarle dos puntos que de seguro más adelante le harían mucha falta.
PORMENORES
Campeonato Nacional, Torneo de Clausura.
Tercera fecha. Estadio: Monumental.
Arbitro: Franco Arrué.
Público: 15 mil espectadores, aproximadamente.
COLO COLO: Villar; Meza, Barroso, Baeza; Figueroa (88´ Fernández), Pavez (46´ P. Morales), Suazo, Véjar; Valdés; Vilches (69´ I. Morales), Paredes.
O´HIGGINS: Pinto; Fontanini, Acevedo, Osorio (77´ Salazar), Barriga; Opazo, Márquez (66´ Medel), Fuentes; Rolle; Arancibia (46´ Muñoz) e Insaurralde.
GOLES: Para Colo Colo, Valdés a los 6 minutos y Paredes a los 19´. Para O´Higgins, Márquez a los 30´.
Incidencia: Esteban Paredes desperdició un penal a los 43 minutos.
Tarjeta amarilla: En Colo Colo, Meza.