Crónicas de Sergio Ried: John Alexander, del court al Parlamento
Luego de retirarse del tenis en 1985, su interés por la política lo llevó a ser elegido diputado por el Partido Liberal en 2010 y reelecto en 2017.
Por SERGIO RIED / Fotos: ARCHIVO
A John Alexander, uno de los grandes tenistas australianos del siglo pasado, lo conocí el año 1973 en Saint Louis, Missouri. Él era una de las atracciones del torneo que organizaba mi amigo, gran jugador y dueño del club donde yo daba mis primeros pasos como tennis pro, Butch Buccholz.
Como miembro del staff de la organización del torneo, tuve la ocasión de departir con los jugadores, entre los que estaban Stan Smith, Charlie Passarel, Brian Gottfried y mis amigos Jaime Fillol y Patricio Cornejo.
Esa semana me fijé que Alexander frotaba en su polera, húmeda por la transpiración, la pelota con que iba a servir. Se me quedó grabada esa imagen y meses más tarde, en el US Open, le consulté si todavía tenía esa costumbre. John se sorprendió por la pregunta y sonriente me dijo que sí y que lo hacía porque pensaba que si la pelota pesaba un poco más al humedecerse con la transpiracion de su polera, le daba más potencia a su saque.
«Una tontera mía -me dijo- pero ya la tengo pegada».
Lo curioso vino al día siguiente, cuando durante una conferencia de prensa post partido, un periodista le preguntó cuántas veces le había ganado al jugador que debería enfrentar en la ronda siguiente. Entonces, John, apuntándome con el dedo, le contestó: «Pregúntale a tu colega chileno, que él sabe más de mí que yo mismo».
GENTLEMAN Y DIPUTADO
Pero esa no iba a ser la última vez que nos veríamos con John, porque en el verano de 1983, con motivo de un torneo de exhibición en Viña del Mar, con el estadounidense Harold Solomon, el paraguayo Víctor Pecci y Hans Gildemeister, nos juntamos a cenar con él, Solomon, mi hermana con su marido y yo con mi esposa Frieda, en el restaurante La Armandita.
Esa cena dio pábulo para que mi hermana los invitara a almorzar a su casa en Reñaca, el día siguiente.
Y fue ese domingo cuando nació la admiración de todos por este verdadero gentleman que era John Alexander, que se preocupó de detalles, como acercarles la silla a las mujeres, servir el vino y otros que no pasaron inadvertidos para los comensales. Especialmente por las mujeres, porque el australiano también tenía muy buena pinta. Esa tarde John Alexander se ganó la admiración de las mujeres y sacó patente de gentleman y galán.
CHAO TENIS, BUEN DÍA POLÍTICA
Retirado del tenis en 1985, Alexander dejó su huella, habiendo ganado siete torneos ATP en singles y 28 en dobles, fue número 8 del mundo en individuales y 14º en parejas, el jugador más joven en representar a Australia en Copa Davis y haberla jugado por 15 años. Su interés por la política lo llevó a ser elegido diputado nacional por el Partido Liberal en 2010 y reelecto en 2017.
Como parlamentario llevó a cabo diversas acciones en favor del deporte y recibió la medalla de la Orden Australiana de Caballería y la Medalla Australiana del Deporte, reconocimientos por su labor.
Divorciado dos veces, hoy a los 72 años vive con su pareja y sus tres hijos en Bonnelong, un suburbio acomodado de Sidney.
Y, por supuesto, juega tenis todos los días.