España evitaría retorno del franquismo al gobierno
Pese a la victoria general, el conservador Partido Popular no lograría llegar al poder tras el pobre resultado de Vox, su socio franquista liderado por Santiago Abascal.
Por ANDRÉS ALBURQUERQUE / Foto: TWITTER
Hasta el sábado, era muy probable que los comicios generales anticipados en España terminaran en un gobierno integrado por el abiertamente franquista Vox como aliado del Partido Popular (PP). Pero todo hace presagiar que eso no pasará: a partir de anoche, el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez intenta formar otro gobierno.
Compuesto por antiguos jueces, policías y generales, Vox es un partido que mantiene una continuidad histórica ininterrumpida con el franquismo. La victoria del dictador Francisco Franco durante la guerra civil española se selló con el asesinato en masa de 200 mil opositores políticos y trabajadores de izquierda.
Durante las cuatro décadas de su tiranía, miles de personas fueron detenidas, torturadas o asesinadas por la policía secreta. Se prohibieron las huelgas, los partidos políticos y los sindicatos y se suprimieron todos los derechos civiles. Se censuró a los periódicos y los libros, mientras la educación superior y la atención sanitaria sólo estaban al alcance de los privilegiados.
El régimen no cayó hasta la década de 1970, en medio de huelgas y protestas masivas de la clase trabajadora, y la muerte de Franco, ocurrida el 20 de noviembre de 1975.
Por eso Sánchez y sus correligionarios celebraron el resultado sorpresa del domingo al grito de “No pasarán”, emulando la consigna antifascista de la Guerra Civil (1936-1939).
El PP y Vox, que conforman “un bloque involucionista (…) han salido derrotados. Somos muchos más los que queremos que España avance, y así seguirá”, espetó Sánchez en un estrado frente a la sede del PSOE en Madrid.
Porque desafiando todos los sondeos que los daban desde hace meses como grandes perdedores, los socialistas de Sánchez resistieron y terminaron perdiendo por poco ante la oposición. El Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo consiguió 136 escaños de un total de 350 en el Congreso de los Diputados, mientras que Vox, su único aliado potencial, consiguió 33. Y la suma de 169 escaños está lejos de la mayoría absoluta de 176 que permite formar gobierno. Para el bloque, además, es prácticamente imposible alcanzar acuerdos con otros grupos, porque tiene pocos amigos en el Parlamento.
En cambio, el PSOE obtuvo 122 escaños y Sumar, su aliado de izquierda radical, 31. Ambos suman 153, pero el presidente del gobierno saliente se muestra confiado en su capacidad para seguir al frente de España, porque contaría con los 19 escaños de varias formaciones regionales.
Estos son los siete de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), los cinco del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y los seis de Euskal Herria Bildu, esta última considerada de izquierda y heredera política de la extinguida banda separatista ETA. También tendría el del Bloque Nacionalista Galego (BNG), también de izquierda.
La Coalición Canaria (CCa) y la Unión del Pueblo Navarro (UPN), con un escaño cada una, ya se habrían comprometido con Núñez Feijóo, quien también espera negociar con el PNV. Con esos escaños le alcanzaría, pero los analistas consideran muy difícil que logre convencer a los vascos.
Por eso la clave es que cualquiera que quiera gobernar tendrá que asegurarse también la abstención de JxCat (siete escaños), el partido del independentista catalán Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica para evadir a la justicia española por su papel en la fallida secesión catalana de 2017. Sus líderes han advertido que no cooperarán gratuitamente con Sánchez para mantenerlo en el poder. Pero están dispuestos a negociar solamente con él, y todos se supone son antifascistas.
Si Sánchez logra superar este escollo, podría reunir en total 172 diputados, más que el líder conservador, por lo que, si JxCat se abstiene, podría lograr la investidura en segunda votación en el Congreso.
Núñez Feijóo quiere gobernar en minoría, pero para eso necesitaría la abstención de los socialistas del PSOE durante la votación de investidura en el Parlamento, algo que los socialistas ya han dicho que -obviamente- no harán.
El nuevo Parlamento se reunirá en un mes. De acuerdo con el procedimiento oficial, está previsto que el rey Felipe VI invite a uno de los líderes -Feijóo o Sánchez- para intentar formar gobierno. Ese líder someterá entonces su candidatura a votaciones parlamentarias. Cualquier candidato que obtenga suficiente apoyo, puede formar gobierno.
Y si ninguno logra las alianzas necesarias, España, que ya vivió repeticiones electorales tras bloqueos en 2015 y 2019, estaría condenada a volver a las urnas en diciembre.