La Justicia paró en seco a la ANFP
La Corte de Apelaciones de Valdivia acogió un recurso de protección en favor de Deportes Valdivia, que para poder participar en el torneo de Primera B debe pagarle al organismo que preside Arturo Salah un “derecho de llaves” por 2 millones de dólares. Tal cobro, en opinión de los ministros, es gravoso, caprichoso, abusivo e ilegal.
“El fútbol se sigue mandando solo”, fue el título que elegimos para una nota que analiza de qué modo el fútbol, a partir de la escandalosa y delincuencial gestión de Sergio Jadue, ha venido manejándose al margen de toda legalidad, decoro y buenas maneras, sin que ello haya experimentado un cambio sustantivo luego que, el 4 de enero, Arturo Salah se transformara en el nuevo presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
Y es que Salah no ha querido o no ha podido imprimirle a la actividad el sello que todos esperábamos, produciéndose la colosal paradoja de que un hombre calificado por todos como correcto y honesto a carta cabal, ha seguido manejando el máximo organismo del fútbol profesional con las mismas y nefastas reglas del juego que le legó su antecesor en el cargo.
De partida, Salah acaba de sufrir una nueva derrota. Esta vez, externa. Y en buena hora, porque ya hemos dicho hasta el cansancio e incluso la majadería que el fútbol profesional no puede seguir actuando al margen de la ley. Que en este país existen una Constitución y toda una normativa legal que deben ser respetadas por todos mientras esa Constitución espúrea se mantenga y las leyes no sean cambiadas, derogadas o perfeccionadas.
La Corte de Apelaciones de Valdivia, acogiendo el recurso de protección interpuesto por un particular y dos autoridades alcaldicias de la Región de Los Ríos, acaba de determinar que la ANFP le ha impuesto al Club Deportes Valdivia una condición ilegal y arbitraria para permitirle participar en el Torneo de Apertura de la Primera B, esto es, el cobro de 50 mil unidades de fomento, en circunstancias que la entidad del Calle Calle se ganó deportivamente el derecho a formar parte del fútbol profesional.
La Primera Sala del tribunal de alzada, integrada por los ministros Juan Ignacio Correa, Ruby Alvear y el abogado integrante Claudio Aravena, en resolución unánime de la causa rol 447-2016, agrega en su fallo que tal medida “lesiona la garantía fundamental indicada, en la medida que dicha exigencia le impide (a Deportes Valdivia, N. de la R.) el ejercicio de los derechos obtenidos por sus logros deportivos”.
En palabras claras, en opinión de la Corte la ANFP estaba perseverando en una medida gravosa y abusiva inventada en el período de Sergio Jadue, pero que sin embargo, contra todos los criterios y racionalidad, se mantiene en pie con un nuevo directorio. El clásico “gatopardismo”, denunciado en otra nota de El Agora, en que cambia todo para que al cabo todo siga igual.
El directorio de Deportes Valdivia, encabezado por José Gandarillas, en una increíble decisión nada hizo por defender los intereses económicos de su club. Se quedó en una tibia protesta que se extinguió completamente luego que Salah y su mesa les plantearon que o pagaban o se quedaban fuera de la competencia de la Primera B.
Frente a tal ultimátum, Deportes Valdivia decidió solito ponerse la soga al cuello: comenzó a tramitar el oneroso préstamo en el sistema financiero, seguramente el único que encontró simpático o de lo más normal del mundo tal muestra de insania. Y es que asumir una deuda de ese calibre implica partir en el fútbol profesional caminando sobre la cuerda floja. ¿Cómo hace cualquier club para servir ese préstamo cuando paralelamente hay que financiar un cuerpo técnico, un equipo médico, un plantel más caro que el que se ganó el ascenso, personal administrativo, traslados y hoteles, en circunstancias que el único ingreso respetable lo constituirán los dineros que mes a mes entrega a los clubes el Canal del Fútbol?
Tuvo que ser Joel Asenjo Ramírez, socio del club del Calle Calle, quien decidió interponer un recurso de protección en contra de la ANFP ante la Corte de Apelaciones valdiviana, siendo respaldado en esta gestión por María Reyes Painequeo, presidenta de la Asociación de Municipalidades de la Región de Los Ríos, y Omar Sabat Guzmán, alcalde de la Municipalidad de Valdivia.
El fallo de la Corte no deja lugar a dudas, señalando que «de acuerdo con lo expuesto, la actuación de la recurrida ha vulnerado -respecto de la sociedad anónima en favor de la cual se recurre- la garantía establecida en el número 2° del artículo 19 de la Constitución Política de la República, esto es, la igualdad ante la ley, desde que el monto de la cuota de incorporación cuyo pago exige la ANFP para que Deportes Valdivia pueda participar en el campeonato de la Primera B del futbol profesional, no se encuentra debidamente justificada, tanto desde un punto de vista normativo como técnico, apareciendo como una exigencia pecuniaria infundada, desproporcionada y carente de motivo racional».
Continúa el lapidario fallo señalando que «a mayor abundamiento, se estima que el acto descrito afecta, además, el derecho de propiedad de Torreón S.A.D.P. pues la suma de 50 mil Unidades de Fomento importa una pretensión caprichosa, contraria a la justicia y a la razón, por ser infundada, lo que se traduce en que, de verificarse el pago de la cuota, aun con las flexibilidades que se han informado, se afecta ilegítimamente el patrimonio del club, el cual conforme a los hechos asentados no cuenta con dicha suma y deberá eventualmente obtenerla mediante el endeudamiento financiero, y precisamente por tratarse de una imposición ilegítima, se afecta en grado de amenaza el derecho constitucional del artículo 19 N°24 de la Constitución Política, de manera que el recurso de protección será acogido y se dispondrán las medidas que se dirán, en amparo de las garantías constitucionales señaladas”.
De esta forma, la irracional pretensión de que Deportes Valdivia deba pagar dos millones de dólares como “derecho de llaves” a la ANFP, ha quedado en entredicho. El directorio encabezado por Arturo Salah podrá naturalmente recurrir a la Corte Suprema, puesto que es la opción que el ordenamiento legal le franquea, pero el fallo de la Corte de Apelaciones valdiviana es tan tajante, tan explícito y tan sólido, que es más que dudoso que la ANFP pudiera tener éxito en un eventual recurso.
Considerando las derrotas que Salah ha experimentado al interior del Consejo de Presidentes respecto de la forma de campeonatos, sus ascensos y descensos, cabe preguntarse a estas alturas cuál es su margen de maniobra. En otras palabras, cuál es su peso específico al mando del fútbol profesional chileno. Porque si antes teníamos un presidente que hacía lo que quería con la complicidad de esos clubes felices de recibir cada tanto millonarios recursos, hoy pareciera que el Consejo de Presidentes eligió un presidente absolutamente manejable y sin peso “político” para llevar adelante los cambios que el fútbol necesita con urgencia.
¿Puede Salah estar feliz en tal posición, en que al igual que Isabel II reina, pero no gobierna? Seguro que no. ¿Será por eso que ya surgen rumores acerca de su eventual renuncia?
Lo concreto es que, en la medida que los organismos del Estado que deben controlar esta actividad denominada fútbol se decidan a actuar, las derrotas de la ANFP pueden seguir sucediéndose.
¿Aceptarán de nueva gana las Sociedades Anónimas Deportivas que el Ministerio de Justicia exija la existencia plena de la Federación Chilena de Fútbol, con todos sus derechos y sus obligaciones? Miren que eso va a significar que ya no se podrán repartir como quieran y cuando quieran los dineros que produzca la Roja…
¿Verán con buenos ojos el día de mañana que Impuestos Internos fiscalice a los clubes con la misma severidad y acuciosidad con que lo hace con usted, conmigo y con el de más allá? Seguramente que no, porque tal fiscalización dejaría en evidencia que durante todos estos años las Sociedades Anónimas Deportivas se han repartido plata a destajo utilizando a las series menores, el “Fútbol Joven” como ellos le llaman, como simple pantalla para ocultar el “agarra Aguirre” de los accionistas principales.
En fin, que tuvo que intervenir la Justicia para poner las cosas en su lugar y dejar en claro que la ANFP sigue actuando al margen de la ley, a pesar de que los rostros de ahora ya no son los mismos de entonces.