[Opinión] Alexis, Gary y los cracks del Twitter FC: 140 pasos hacia la diversión o la «trascendencia»
La plataforma tecnológica permite bucear más en la sicología íntima de nuestras figuras del fútbol, que ya institucionalizaron el uso de la red social como extensión de sus sueños y confidencias más profundas. Algunos escriben como aspirantes al Nobel de Literatura y otros sólo acentúan su explosiva autenticidad…
Antes de la irrupción torrencial y perturbadora de las redes sociales, los futbolistas chilenos cultivaban su imagen con resguardo superlativo de la privacidad y, a despecho de la invasión controlada de las entrevistas mediáticas, sólo traslucían fugazmente algunas señales íntimas que engrosaban finalmente la memoria emotiva del hincha. En la actualidad, el democrático universo tuitero permite que -parafraseando al inefable Sampaoli- «convivan» tantos estilos como personas en el afán de usar la plataforma tecnológica para expresar desde sentimientos fugaces a sesudas disquisiciones intelectuales.
En los 140 caracteres se puede opinar, acusar, desprestiguar, denostar, atacar, ensalzar o simplemente presumir, entre tantas otras acciones que no eximen tampoco el humor inteligente, como el famoso tuitero español Carlos Gómez que se convirtió en boom con mensajes tan gráficos como éste: «En España se vive muy bien, salvo que seas autónomo, obrero, parado, gay, estudiante, enfermo, clase media, pensionista, ateo o educado».
En Chile, los deportistas constituyen un ghetto especial también en este plano, con personajes entrañables que nunca pierden su autenticidad natural y otros que se van metamorfoseando impulsados por su impacto en la gente y el estimulo de sus sponsors.
«Nos pifiaron nuestro himno, nos fueron a despertar la noche anterior. Somos chilenos weon. ya chao nomas, respeten al campeón de América!! Gracias mi Chile lindo. Y el pisco es chileno Ajajajajjaja».
Un ejemplo emblemático es Marcelo Ríos, el ex campeón mundial de tenis devenido en tuitero recién este año. «Podrían avisar que en esta hueá de Twitter hay páginas parodia, hueones maricones jajaj», fue una de sus publicaciones memorables, aunque la experiencia ha atenuado su pasión y ahora se muestra solidario con amigos de cofradía: «Tranquilo, los grandes también tenemos malos días», le escribió el Chino a Claudio Bravo luego de la derrota ante Argentina.
Alexis Sánchez suma tantos seguidores que ya cuenta con un equipo especializado que le adorna su cuenta tuitera. Sólo así se entiende, en rigor, los floridos mensajes que a menudo incluso desbordan la escritura académica. Tras anotar dos goles a Panamá, Sánchez se inspiró para espetarnos filosóficamene que «tu dolor nadie lo siente. Tu alegría nadie las nota. Tus tristezas nadie las ve. Pero pórtate mal o comete un error en un campo de juego, todos te criticarán. Las personas son veloces para juzgar a los demás, pero lentas para corregirse a sí mismas”. Uffff, qué fuerte lo suyo…
Poco antes, demostrando sin embargo cierta incoherencia entre la imagen y el verso -lo acompañó con una foto luciendo sus músculos junto a un fisiculturista-, el tocopillano posteó que «sonrío, no porque siempre me vaya bien en la vida , sonrío porque ya pasé bastante tiempo triste la verdad me cansé de andar buscando culpables. Sonrío porque es mi mejor arma para conquistar lo que quiero, porque a pesar de tantas tragedias mi corazón sigue siendo sincero. Sonrío por mí, por lo que soy, porque lo merezco».
Antes de la Copa América, el mismo Alexis nos sorprendió con otra joyita grandilocuente: «Sin desafíos la vida es una rutina , es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno . Algunas veces las cosas no se dan y tienes el rechazo de toda una sociedad pero hay que levantar cabeza y salir adelante . No es correr detrás de una pelota . Es un sueño que sigo manteniendo desde pequeño … Vamos por más Chileeeee».
«#FuerzaChiloe Carajo!!! Esa es mi gente. Trabajadora, esforzada, humilde. Que representa lo mejor de nuestro país. Cariños a todos».
Por ciento, el twitter es un arma poderosa, tan sofisticada como temible. Y a algunos se le escapan municiones peligrosas, como le ocurrió a Gary Medel cuando indignado se despachó este párrafo tras la caída ate Argentina: «Para todos los mala clase!! #campeondeamerica #somoshistoria «enlasmalasconlabanda #sinmemoria».
El mismo «Pitbull» refinó su expresividad para trasmitir su emoción al visitar la estatua de Rocky en Filadelfia. «Siempre hay que luchar hasta el final. No importan las caídas, sino levantarse y lograr nuestras metas”, aconsejó.
En cambio, el portero y capitán Claudio Bravo transita una frontera de mayor formalidad y discreció, con bastante difusión de sus éxitos y cierto margen para la opinión política.»Nos volvemos a quedar con la Liga. Grande equipo. ¡Campeones, vamos, orgulloso!”, posteó luego de la reciente vuelta olímpica en España. Y antes había solidarizado con la crisis de los pescadores chilotes: «#FuerzaChiloe Carajo!!! Esa es mi gente. Trabajadora, esforzada, humilde. Que representa lo mejor de nuestro país. Cariños a todos».
Nunca tan mesurado ha sido Jorge Valdivia, quien utilizó la red para cuestionar su marginación de la «Roja» en la Copa América. Y que en las clasificatorias recientes fustigó así a la hinchada peruana por su comportamiento en Lima: «Nos pifiaron nuestro himno, nos fueron a despertar la noche anterior. Somos chilenos weon. ya chao nomas, respeten al campeón de América!! Gracias mi Chile lindo. Y el pisco es chileno Ajajajajjaja».
Al fin, las 140 letras invitan y seducen a los cracks criollos en busca de ingresos adicionales -sus auspiciadores se lo exigen-, pero fundamentalmente por aquel magnetismo que ejerce esa «hoguera de las vanidades» que permite abrir una ventana hacia lo mejor (y peor) de cada uno…