Nos deja Delia Domínguez, la gran poeta de la generación del 50
A los 91 años de edad falleció este lunes Delia Domínguez Mohr, destacada escritora nacional nacida en la sureña ciudad de Osorno en 1931.
Por CAMILA BARACAT / Foto: MEMORIA CHILENA
Delia Domínguez estudió Derecho en la Universidad de Chile, pero no terminó la carrera y se dedicó a administrar la hacienda familiar, el fundo Santa Amelia de Tacamó, en Osorno. Su debut literario fue “Simbólico retorno”, en 1955. De ahí en adelante inició una trayectoria irrevocable que la situaría como una de las mejores poetisas de nuestro país.
Integró la denominada Generación del 50, que incluyó a Enrique Lafourcade, José Manuel Vergara, Jorge Edwards, Miguel Arteche, Jaime Laso, Isidora Aguirre y Claudio Giaconi, entre otros.
Dentro de las publicaciones, en los últimos años destacaron “La gallina castellana y otros huevos” (1995), “Huevos revueltos” (2000), “Clavo de olor” (2004), “Mujer sin música de fondo” (2006) y “El sol mira para atrás” (2008).
Además, colaboró en prensa, en la revista Paula, de la que fue jefa de redacción y crítica literaria. Fue conductora en algunos programas televisivos de arte para el Canal 9 de la Universidad de Chile y panelista en el programa “Carretera Cultural”, de la Radio Chilena.
También fue directora de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y de su revista, Alerce.
Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas, particularmente al alemán y al inglés. Fue nominada, sin éxito, cuatro veces al Premio Nacional de Literatura, galardón que en Chile pareciera estar reservado sólo para hombres. En 1996 recibió el Premio del Consejo Nacional del Libro y en 1992 sucedió a Diego Barros Ortiz como integrante de la Academia Chilena de la Lengua.
Su obra poética, según propone Juan Villegas, “correspondería a una fusión entre la antipoesía y la poesía de los lares, cuyo matiz diferenciador está dado por la ausencia y la amargura de la antipoesía y la magnificación del espacio campesino, en el caso de la poesía lárica”.