Curicó Unido le arruinó la fiesta a un Colo Colo que, la verdad, no mostró mucha jerarquía
El pueblo albo se quedó con la mesa servida, cuando se preparaba para celebrar por todo lo alto la estrella número 33. Con todo el terreno y la pelota a entera disposición en la segunda etapa, el Cacique volvió a fracasar allí donde se ganan los partidos: el área. El 1-1 final fue un balde de agua fría para los seguidores del popular.
Por EDUARDO BRUNA / Fotos: AGENCIAUNO
Franco Bechtholdt, zaguero central de Curicó Unido, lo había advertido en la semana, en el programa La Tribuna de Radio Inicia: “Le vamos a arruinar la fiesta a Colo Colo”, dijo convencido. Y así nomás fue, porque el Cacique se quedó con la mesa servida para dar la vuelta olímpica y bajar su estrella número 33, al no poder derrotar a su terco adversario. Apenas le dio para un empate 1-1 que desnudó, una vez más, los problemas que tiene este equipo de Gustavo Quinteros ofensivamente hablando. Y es que, en los últimos metros, volvió a carecer de claridad para superar a una defensa aplicada y bien parada, que nunca dio un metro de ventaja, sabiendo que esa es la mejor forma de neutralizar al cuadro popular.
Para decirlo pronto, a Colo Colo le faltó mucha jerarquía para superar a un rival empecinado ahí donde, al final de cuentas, se ganan los partidos. Porque los sabios comentaristas del fútbol de la televisión están absolutamente equivocados cuando señalan, con mucha propiedad, que los partidos se ganan en el mediocampo. No es así. Se trabajan en ese sector, pero se ganan en el área.
Si fuera como estos profundos conocedores del fútbol dicen, Colo Colo tendría que haber ganado a Curicó. Como el martes pasado debería haber hecho lo propio con Universidad Católica. Y sucede que en ambas no pudo, como tampoco ha podido otras veces frente a un rival que se cierra y achica los espacios. Para eso hay que tener jugadores que desborden, que puedan eludir a uno o dos rivales en escasos metros. Jugadores que, además, tomen buenas decisiones. Y está claro que el Cacique no los tiene. Consecuencia: termina tirando centros sin destino, cuando no absolutamente desmedidos. O tocando improductivamente a la entrada del área, pero diluyéndose una y otra vez porque a estas alturas tampoco tiene ese jugador capaz de meter un pase filtrado en espacios reducidos.
Esteban Pavez no es de esas características. Vicente Pizarro por ahí puede acertar con un envío largo, como para la entrada de Marcos Bolados que significó el penal de Ronald de la Fuente, pero conforme se acerca al área rival pierde relevancia, por mucho que ayer, mientras estuvo, fue el mejor de los volantes albos. Y es que Leonardo Gil no anduvo, y lo cierto es que desde hace tiempo ya no es ese jugador capaz de clarificar la jugada.
Lo otro es mérito de Curicó Unido, que salió a apretar a Colo Colo en todos los sectores y, en cierta medida, lo desarticuló. Por lo menos las cargas albas no eran todo lo fluidas que debieran ser en un cuadro que, más allá de la paridad, sigue al frente del torneo con varios cuerpos de ventaja. Y cuando todo eso llegó a flaquear, apareció el meta Fabián Cerda con dos tapadas extraordinarias, una en cada etapa. La primera, ante cabezazo de Juan Martín Lucero tras un centro de Gabriel Suazo; la segunda, un cabezazo del “Kiwi” Marco Rojas que era gol ante centro de Gabriel Costa.
Pero por eso no podemos decir que “Colo Colo mereció ganar”. Se gana con goles, y Cerda los evitó porque para eso está. Sería como reprocharle a un delantero que se hace presente en la portería rival ante una ocasión propicia: para eso está.
Más allá de su natural mayor ambición, más allá de su dominio, que en el segundo tiempo se hizo incontrarrestable, porque Curicó Unido renunció por completo a atacar, nunca se vio a un Colo Colo con la jerarquía suficiente como para traducir en el área y con goles esa superioridad. En otras palabras, por momentos el equipo de Quinteros ataca por inercia, porque le ceden el campo y lo invitan a venirse, sólo que, cuando no existe habilidad y el talento escasea en los últimos metros, tiene que forzosamente producirse lo que en este encuentro (y en otros) se produjo: un martilleo tan incesante como improductivo y falto de luces.
Sólo tres minutos alcanzó Colo Colo a sentirse campeón. Fue cuando, en el minuto 37, y a indicación del VAR, Julio Bascuñán sancionó penal el manotazo de De la Fuente a Bolados y Costa, dos minutos más tarde, le pegó fuerte y al medio. Y es que, apenas en ese breve lapso, el peruano-uruguayo cumplió con su habitual costumbre de hacer una mala y otra buena, o al revés. Porque Colo Colo atacaba cuando se dejó anticipar cerca del círculo central y, en esas circunstancias, el veloz contragolpe curicano pilló a la defensa muy mal parada. Bayron Oyarzo se la metió profunda a Diego Coelho y el remate del uruguayo dio contra el vertical, con tan buena suerte para él que la pelota volvió a sus pies. En esa instancia, tuvo la frialdad para superar la desesperada tirada a los pies de Brayan Cortés y meter el zurdazo alto que se coló violentamente justo debajo del vertical.
Con el cuadro curicano atesorando la paridad e incluso renunciando por completo a atacar, Colo Colo careció de los argumentos necesarios para recuperar el desequilibrio que tan poco le duró. Y eso no es culpa de Curicó Unido, que simplemente hizo su trabajo. Fue la falta de jerarquía del Cacique la que arruinó la fiesta que el pueblo albo había ido a buscar.
PORMENORES
Campeonato Nacional, fecha 27.
Estadio: Monumental.
Público: 40 mil espectadores.
Árbitro: Julio Bascuñán.
Colo Colo (1): B. Cortés; O. Opazo, M. Falcón, E. Amor, G. Suazo; L. Gil, V. Pizarro, E. Pavez; M. Bolados, J. M. Lucero, G. Costa. DT: Gustavo Quinteros. Cambios: 75’, M. Rojas por Bolados; 82’, A. Oroz por Pizarro.
Curicó Unido (1): F. Cerda; J. P. Gómez, F. Bechtholdt, M. Cahais, R. De la Fuente; F. Ortiz (66’ Sandoval), A. Nadruz, Y. Leiva (83’ Urzúa); B. Oyarzo (83’ González), D. Coelho (66’ Holgado) y F. Fritz. DT: Damián Muñoz. Cambios: 66’, M. Sandoval por Ortiz y R. Holgado por Coelho; 83’, D. Urzúa por Leiva y J. González por Oyarzo.
Goles: 39’, Gabriel Costa, de penal (CC); 42’, Diego Coelho (CU).
Tarjetas amarillas: Opazo y Lucero (CC); Bechtholdt, Cahais, De la Fuente, Sandoval y Leiva (CU).
Expulsado: 90+7’, Juan Martín Lucero, doble amarilla (CC).