Bill Gates aún cree en el progreso y en un mundo sin hambre

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Por Andrés Alburquerque
Actualizado el 14 de septiembre de 2022 - 6:43 am

  • El multimillonario apuesta por las semillas mágicas y por la generosidad de los que más tienen.

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Pese a la crisis climática, las sequías, la guerra en Ucrania, la inflación y la pandemia, Bill Gates, el multimillonario fundador de Microsoft, mantiene el optimismo y cree que el mundo será capaz de superar las expectativas, progresar y acabar definitivamente con la pobreza y el hambre.

“Si seguimos financiando la ayuda al desarrollo adecuadamente, volveremos donde estábamos antes de la pandemia dentro de un par de años y construiremos a partir de ahí. Pero en el mejor de los casos se puede decir que fue un contratiempo de tres o cuatro años”, dijo Gates.

Afirmó que mantener el flujo de fondos es clave, y Gates teme que la generosidad hacia las necesidades de África pueda verse afectada por los “costos y la distracción” de la guerra de Ucrania. Otra distracción durante la pandemia de covid-19 fue que Gates, de 66 años, se convirtió en el objetivo de los teóricos de la conspiración.

“Hubo algunos casos en los que me encontré con personas en público que me gritaban que les estaba poniendo chips a las personas y eso es un poco extraño de ver: esas personas realmente existen, no son sólo algunos robots enviando mensajes locos”, confesó el estadounidense en una entrevista con The Guardian, justo antes de la publicación del informe anual Goalkeepers, fundación que preside.

Gates aborda en el texto la actual crisis alimentaria, que en los últimos meses se ha visto agravada por la guerra en Ucrania, y apuesta por la innovación como principal respuesta. Gates destaca las posibilidades que ofrecen las llamadas semillas mágicas, productos desarrollados con nueva tecnología que permiten el cultivo de plantas más resistentes y adaptadas a climas más cálidos y secos.

Como ejemplo, apunta al éxito de un proyecto que su fundación empezó a apoyar hace 14 años en África y que ha conseguido producir en Kenia un maíz que genera mucho más grano que las variedades clásicas o a nuevos tipos de arroz que se están impulsando en la India y que requieren menos tiempo para crecer.

También al desarrollo de modelos de inteligencia artificial que permitirían identificar los mejores cultivos para cada zona o predecir posibles plagas.

En julio, el multimillonario y su exesposa, Melinda French Gates, anunciaron que estaban poniendo otros 20 mil millones de dólares en la fundación benéfica que continúan, después del divorcio, copresidiendo.

La fundación ha cambiado en los últimos años el énfasis hacia la agricultura y la ciencia. Gates tiene lo que se ha descrito como una actitud “evangélica” hacia la tecnología de edición de genes. “África necesita alimentar a sus poblaciones rurales, necesita alimentar a sus poblaciones urbanas, y cuando hay escasez de alimentos, no es sólo la desnutrición y el hambre potencial lo que es malo, también hay una inestabilidad increíble y eso alimenta la incapacidad de construir infraestructura o administrar su sistema educativo”, afirmó.

“En general, es una situación muy desafiante. Se trata literalmente de millones de vidas y de la estabilidad misma de estos gobiernos africanos que, cuando las cosas van bien, pueden sacar a su país de la pobreza y volverse autosuficiente. En general, la ayuda ha sido muy, muy eficaz”, argumentó.

“Frente a todos estos desarrollos sombríos, la necesidad de invertir, de obtener mejores herramientas, de retomar el rumbo, es muy importante. Alcanzaremos las metas. Es sólo una cuestión de cuándo. El mundo debe ser generoso y evitar que la gente pase hambre, pero en otro sentido, eso no resuelve el problema más amplio. El objetivo no debería ser sólo dar más ayuda alimentaria. Debería ser asegurar en primer lugar que la ayuda no sea necesaria”, señaló en el ensayo que acompaña al informe.