Colo Colo recuperó la memoria y goleó por 4-0 a Unión Española

Había temor en las huestes albas por este compromiso. Y es que, históricamente, el elenco hispano ha sido un rival tan terco como complicado. Esta vez, sin embargo, tras un sofocón inicial a causa del “pressing” rival, el cuadro de Gustavo Quinteros recuperó el tono futbolístico y goleador que parecía haber extraviado.

Existían fundadas aprensiones albas respecto de este partido. Colo Colo venía de tres partidos sin ganar, eliminación de Copa Chile incluida, y Unión Española ha sido históricamente un rival tan terco como difícil. Y los primeros minutos parecieron reafirmar esa impresión, porque apretando la salida, el elenco hispano sometía al Cacique, que ni siquiera podía cruzar la mitad de la cancha. Sin embargo, bastó un preciso balonazo profundo de Vicente Pizarro, que cada día se asienta más en la titularidad, para que Costa lo alcanzara con la punta del pie y habilitara a un Lucero que llegaba destapado. Y el goleador, que se había echado mucho de menos en esa derrota frente a Unión La Calera, demostró cuán importante es haciendo llegar el balón a las mallas por entre las piernas del arquero Mejía.

Al final, fue fiesta total de Colo Colo, que zanjó el compromiso con un contundente 4-0 luego de varios partidos ganando en forma estrecha o perdiendo y evidenciando –además- un nivel preocupante. Esta vez, no sólo no hubo actuaciones individuales bajas, sino que el cuadro de Quinteros volvió a funcionar colectivamente como hay que exigirle a un puntero.

Si Lucero había abierto la ruta al triunfo y a vitales tres puntos cuando el torneo entra en tierra derecha, la segunda conquista alba fue toda una joyita de precisión y destreza. De Gil para cambiar el juego y habilitar a un Suazo que llegaba destapado por la izquierda, del lateral para meter un buen pase, y de Lucero para, con un vistoso taco, devolverle el balón a un Suazo que no tuvo dudas para cruzar el remate que dio en el vertical antes de alojarse en las mallas.

Y fue como que ese gol noqueó a Unión Española, porque al contrario de otras oportunidades durante este campeonato, se quedó sin respuestas. Ni anímica ni futbolística. Si en la fecha anterior había rozado la hazaña de empatarle a Audax Italiano tras ir 3-0 abajo, esta vez era como el boxeador “groggy” que camina en los talones.

Cerca del final de la primera etapa, Colo Colo logró la tercera conquista, que se antojó lapidaria. No sólo porque el líder del torneo estaba ofreciendo una presentación maciza, que se venía echando en falta, sino porque no se veía por dónde Unión Española podía aspirar a una remontada. Ante un tiro de esquina servido por el “Colorado”, Amor les ganó a todos para empalmarla de cabeza y en el área chica. ¿Dónde estaba la defensa? ¿Dónde el meta Mejía?

Tan golpeada estaba Unión, que apenas comenzada la segunda etapa Colo Colo dejó ir la cuarta conquista de manera increíble. Anticipó Suazo una mala salida hispana y, solo frente a Mejía, disparó desviado cuando la oportunidad de convertir era más propicia que aquella que había significado el segundo gol de su cuadro.

Minutos después, el partido, ya completamente albo, acabó por definirse en forma definitiva. En un tiro de esquina, Fernández partió manoteándose con Falcón, pero luego simplemente lo agarró, despreocupándose por completo de la pelota. El pito Garay, bien ubicado, dejó seguir la jugada, pero fue llamado por el VAR y, ante la evidencia de las imágenes que se le ofrecían, cobró la pena máxima a favor del Cacique.

Se pensó que iba a patear el penal Lucero, que pelea mano a mano con Zampedri el título de goleador del campeonato. Sin embargo, fue Costa el designado y el uruguayo-peruano no falló, poniéndola lejos del lado elegido por Mejía. Y celebró de una particular manera, porque le arrebató la máquina a un reportero gráfico para inmortalizar –o simular inmortalizar- la alegría

de sus compañeros por un triunfo tan amplio y contundente que, de seguro, en la previa no había estado en los cálculos de nadie.

Lo único que opacó la euforia alba fue la expulsión por doble amarilla del “Colorado” Gil, que, estando ya amonestado, pisó a un rival tras poner un pase hacia atrás, y el pito Garay estimó que la falta ameritaba la segunda cartulina y, en consecuencia, la tarjeta roja.

Con diez, y una contundente cuenta de ahorro, Colo Colo se replegó para cerrar espacios. Y el propio Quinteros estuvo de acuerdo con esa disposición de su equipo, porque minutos antes nada más había excluido a Lucero para el ingreso de Bruno Gutiérrez. En otras palabras, el propio técnico albo “cerraba” el partido.

Al cuadro hispano el hombre de más ni siquiera le alcanzó para al menos un descuento. Sólo tuvo dos aproximaciones. La primera, cuando un centro de Garate se cerró y casi sorprende a Cortés; la segunda, cuando un cabezazo débil del mismo Garate ante centro de Piñeiro terminó en las manos del meta albo.

Pasara lo que pasara después con Curicó Unido y con Ñublense, Colo Colo se mantendría como puntero, con nueve puntos de ventaja. Lo alentador para las huestes albas es que, faltando seis fechas, el Cacique parece haber recuperado un tono bastante extraviado en sus últimas presentaciones.

PORMENORES

Campeonato Nacional, fecha 24.

Estadio: Monumental.

Público: 35 mil personas, aproximadamente.

Árbitro: Cristián Garay.

Colo Colo (4): B. Cortés; O. Opazo, M. Falcón, E. Amor, G. Suazo; L. Gil, V. Pizarro, E. Pavez; A. Bouzat, J. M. Lucero, G. Costa. Cambios: 46’, M. Bolados por Bouzat; 75’, B. Gutiérrez por Lucero; 83’, M. Rojas por Costa.

U. Española (0): L. Mejía; S. Magnasco, J. Villagra, M. Fernández, L. Pavez Muñoz; D. Acevedo, A. Barrios, S. Leyton; R. Piñeiro, O. Rivero, B. Yáñez. Cambios: 46’, I. Jara por Acevedo; 66’, L. Garate por Yáñez; 77’, G. Norambuena por Barrios; 85’, B. Galdames por Magnasco.

Goles: 19’, Juan Martín Lucero (CC); 30’, Gabriel Suazo (CC); 40’, Emiliano Amor, de cabeza (CC); 66’, Gabriel Costa, de penal (CC).

Tarjetas amarillas: Gil (CC); Barrios, Villagra (UE).

Expulsado: 67’, Leonardo Gil (CC).