Se confirmó: Ñublense ya tiene de “hijo” a Colo Colo y lo eliminó de la Copa Chile
El Cacique regaló un primer tiempo horroroso, futbolísticamente hablando. En la segunda parte, buscó el triunfo con tanto ímpetu como escasa capacidad. El empate 1-1 le dio al cuadro chillanejo el paso a cuartos de final, destronando, de paso, al campeón vigente.
Foto: AGENCIA UNO
La llave había quedado abierta. Pero a Colo Colo debe haberle quedado claro que, para darla vuelta, necesitaba jugar bien. Y no lo logró. Porque tras un primer tiempo horroroso del cuadro albo, de lo peor que ha ofrecido en el año, el ímpetu de la segunda etapa no bastó frente a un Ñublense mejor orientado, más tranquilo, y que siempre llenó mejor la cancha para conquistar un empate 1-1 que lo deja en la fase de cuartos de final de la Copa Chile.
El Cacique, campeón vigente de este certamen, una vez más no pudo frente a un rival que claramente le tiene tomada la mano, al punto de haberse convertido en su bestia negra (en este caso roja) los últimos años. Una vez más, también, el duelo de estrategos lo ganó Jaime García por sobre un Gustavo Quinteros que no sabemos qué puede alegar ahora.
Al igual que hace unos días, en el Nelson Oyarzún, de Chillán, vimos un primer tiempo tan mediocre como chato. Pero era Colo Colo el obligado a más, porque la derrota por 2-1 en la ida lo obligaba a ganar. Por un gol para forzar los penales, y por dos para obtener la clasificación directa. Nunca, sin embargo, se vio a un cuadro popular con fútbol e ideas como para respaldar sus objetivos de seguir en carrera y defender el título ganado el año pasado, frente a Everton, en Talca.
De hecho, en una etapa sin claras ocasiones de gol, la más clara corrió por cuenta de Ñublense, cuando a los 6 minutos Aravena ganó la línea de fondo tras un muy buen pase profundo y su centro, a media altura, no pudo ser conectado en la boca del arco por Moya, que la desvió.
Colo Colo, por contraste, no funcionaba para nada. Para abrir una defensa bien plantada, como la de Ñublense, un equipo necesita producir juego por las bandas, pero Costa, y sobre todo Oroz, los encargados de penetrar, competían acerca de quién cometía más torpezas. Oroz no salió a disputar el segundo tiempo, en cambio Costa, que no levantó nunca su juego, se mantuvo inexplicablemente en cancha hasta el pitazo final. Cosas de Gustavo Quinteros…
Para colmo, en ese primer tiempo menos que mediocre, Colo Colo sufrió dos bajas. Lucero y Zaldivia debieron abandonar prematuramente, abriendo un paréntesis de duda acerca de la gravedad de sus lesiones para lo que viene: el Campeonato Nacional. En el lugar de Zaldivia Quinteros dispone de Amor, pero en el caso de Lucero carece por completo de un delantero que domine el puesto, y Bolados, su reemplazante, lo dejó más que claro.
Distinta fue la actitud del Cacique en la reanudación del juego. Consciente de que con el empate la clasificación se le iba, se fue encima de Ñublense. Pero si no tienes claridad, si careces de precisión y tus delanteros son incapaces de hacer una pared en un ascensor, de bien poco sirve. Y es que, más allá de su empuje y su dominio, Colo Colo fue incapaz de coordinar una jugada de ataque que concluyera “redondita”. A la defensa de Ñublense le bastaba estar atenta y concentrada para resolver una y otra vez los desordenados embates albos.
Y cuando en el minuto 61’ Ñublense abrió la cuenta, con un preciso tiro libre de Cordero que dio en el vertical antes de irse a las mallas, quedó la impresión que era el elenco chillanejo el más calificado para seguir en carrera.
Colo Colo atacó, a partir de ese momento, como el toro enfurecido, pero sin argumentos futbolísticos. Su esperanza estaba radicada en un error del rival, en que algún albo individualmente se iluminara. Y las escasas oportunidades que tuvo para igualar, y volver al partido, se fueron frustrando una y otra vez sin mayores dramas para un Ñublense que nunca perdía la calma.
La más clara se produjo en el minuto 69, cuando un centro de Gil, desde la izquierda, fue repelido con los pies por Muñoz y Pavez, entrando el área, metió el derechazo que no parecía tener otro destino que la red. Sin embargo, Vargas evitó la conquista alba muy cerca de la línea.
Recién en el minuto 78 el Cacique tuvo premio a sus afanes. Uno de los tantos pelotazos al área fue despejado de manera corta y Falcón, entrando libre, le pegó con alma y vida para meterla en un rincón bajo, imposible para Muñoz.
Con Colo Colo desesperado y jugado, el partido pudo ganarlo cualquiera. Aravena y Guerra dejaron ir la ocasión que tuvieron para ganar. En el arco de enfrente, en su única aparición de mérito de todo el encuentro, Costa la agarró llenita y parecía gol, sólo que Muñoz la sacó con una volada espectacular.
PORMENORES
Copa Chile, octavos de final, partido de vuelta.
Estadio: Monumental.
Público: 9.884 espectadores.
Arbitro: Nicolás Gamboa.
Colo Colo (1): B. Cortés; J. Rojas (46’, O. Opazo), M. Falcón, M. Zaldivia (40’, B. Gutiérrez), G. Suazo; E. Pavez, V. Pizarro (65’, C. Zavala), L. Gil; A. Oroz (46’, M. Rojas), J. M. Lucero (36’, M. Bolados), G. Costa. DT: Gustavo Quinteros.
Ñublense (1): H. Muñoz; B. Cerezo, R. Caroca (73’ N. Kimura), N. Vargas, F. Cordero; R. Cisterna (79’ I. Rozas), L. Reyes, R. Rivera (56’, F. Mateos); P. Rubio (79’, C. Meza), M. Moya (79’, N. Guerra) y A. Aravena. DT: Jaime García.
Goles: 61’, Fernando Cordero (Ñ); 78’, Maximiliano Falcón (CC).
Tarjetas amarillas: Gil, Zaldivia (CC); Muñoz, Moya, Reyes (Ñ).
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