Luz tras las tinieblas
Después de una opaca actuación ante el español Bernabé Zapata Miralles que lo tenía dos sets a uno abajo, cuando el partido se suspendió por falta de luz, Cristián Garín lo dió vuelta la mañana siguiente ganando fácilmente las últimas dos mangas.
Por SERGIO RIED
Ya se ha hecho costumbre ver a Cristian Garín teniendo partidos de luz y sombra y este contra el muy discreto español Zapata Miralles (126 ATP) no fue la excepción. En una tarde típica de Wimbledon, de lluvias y claroscuros, el chileno estaba haciendo uno de sus típicos partidos.
Cabeza gacha, gestos de desagrado, reclamos sin sentido al juez y lo que es peor, un juego horrible lleno de errores no forzados, bajo porcentaje de primeros saques (vital sobre césped) y esa actitud de «loser» tantas veces criticada. Hasta que llegó el llamado del juez de silla anunciando que el partido se suspendía por falta de luz natural, con el score de 7-6 6-3 6-2 favorable al valenciano.
¡Bendito clima londinense! Porque a la mañana siguiente, los fantasmas se habían perdido en la oscuridad de la noche y Garín había vuelto dispuesto a demostrar la diferencia que existe entre un número 20 del mundo y uno que apenas está entre los primeros ciento treinta. Mayor seguridad en el servicio, menos errores no forzados y la obligación de demostrar que él era el 20 y no su rival, le permitieron al ariqueño arrasar con su humilde rival llevándose los dos sets finales por 6-3 y 6-2.
De paso nuestro número uno se convirtió en el primer chileno en ganar en el pasto londinense tras Nicolás Jarry en 2018 y Fernando González en 2011.
Ahora a esperar que este renovado Cristian Garín siga avanzando (enfrentará al australiano Marc Polmans, 154 del mundo) y rompa muchos otros records antes de encontrarse con Novak Djokovic en cuarta ronda.