Magallanes y Deportes Copiapó tienen toda una rueda para tratar de afirmar el tranco

Ambos ascendidos a Primera División para la temporada 2023, de pésimo desempeño en la primera rueda, intentan con diferentes medidas administrativas mejorar su suerte en la segunda parte del torneo y zafar definitivamente del descenso.
Por GERARDO SILVA / Foto: ARCHIVO
La “Academia” optó por realizar un cambio en la cabina técnica. Desafectó a Nicolás Núñez, quien en poco tiempo consiguió grandes resultados. Ascendió a Primera División después de una larga estadía en la Primera División B, ganando además la Copa Chile, la Supercopa del fútbol chileno y llevando a la “Bandita” a jugar copas internacionales.
Hasta ahí, todo muy bien. Sin embargo, el rendimiento en la primera rueda del torneo de Primera División 2023, donde ha conseguido sólo ocho puntos de 42 posibles con un 19,04% de rendimiento, hizo que el propio Nicolás Núñez diera un paso al costado y dejara su cargo a disposición.
Los directivos, ante esta situación, tomaron la decisión de contratar al conocido Mario Salas, técnico que después de estar un tiempo al margen de la competición vuelve a tomar uno que debe ser de sus más grandes desafíos: salvar a la “Bandita” de caer a la segunda categoría del fútbol chileno. Es un hombre con experiencia y, según sus propios dichos en el último tiempo, y producto de sus esquivos resultados, aprendió la lección y luchará con todo para lograr el objetivo.
Ya consiguió un valioso punto ante Huachipato como visitante, en un partido pendiente de la primera rueda. Podríamos decir que el “Comandante” «empezó con el pie derecho», y, además, desde este fin de semana podrá contar con el goleador argentino de 38 años, Joaquín Larrivey, en quien los magallánicos depositan toda su confianza.
Da la impresión que el “Manojito de claveles” del segundo semestre será un hueso duro de roer.
Deportes Copiapó, que es el segundo equipo que se encuentra en zona de descenso, tomó la decisión de continuar y mantener a firme su planificación inicial, confirmando en la cabina técnica a Héctor Almandoz, quien los ascendió en la anterior campaña y, con ello, les permitió debutar en la Primera División.
Lo cierto es que no ha sido nada fácil adaptarse a la categoría. El “León de Atacama” tiene un modelo de juego bastante atrevido, hace lo posible por jugar de igual a igual en cualquier reducto y con cualquier rival, en algunas ocasiones ha podido sorprender y en otras definitivamente no ha podido competir. La performance de la primera Rueda le ha permitido conseguir sólo 13 puntos de un total de 45 posibles, con un 28,8% de rendimiento que lo tiene en el casillero número 15 y en zona de descenso.
Los copiapinos apuestan a su trabajo en equipo, confiando en las capacidades individuales con la intención de afiatar el colectivo. Para esto contrataron a Nicolás Vargas, jugador que rápidamente se debe adaptar al modelo de juego de Almandoz y también al piso sintético del “Luis Valenzuela Hermosilla”, en donde no quieren dejar escapar puntos, haciéndose fuertes de local e implementando un plan de juego que les permita conseguir puntos también de visita, para salir lo antes posible de esta incómoda posición.
La tarea del destacado defensor de 30 años, con un semestre de inactividad, será clave para que el albirrojo atacameño afirme su estantería defensiva.
Lo cierto es que a los dos equipos que hicieron grandes campañas el año anterior en la Primera B les queda todavía una rueda, 15 partidos, 45 puntos, para alcanzar a aquellos que aún están a la vista: Curicó Unido, con 16 unidades; Unión La Calera, con 17, y Ñublense, con 18.
Este fin de semana vuelve a rodar la pelotita y veremos si las decisiones administrativas adoptadas por ambas instituciones les permiten seguir en Primera División para la temporada 2024.