El quiebre directivo al interior de la Concesionaria Blanco y Negro presenta un panorama hasta ahora inédito: que el Club Social y Deportivo imponga sus términos y recupere para sus socios e hinchas un club usurpado por el poder del dinero. Pero el panorama, aunque prometedor, no es para nada fácil. La Corporación puede ser utilizada por los astutos accionistas principales y prestarse ingenuamente para un juego siniestro si no se toman las providencias y resguardos del caso. Que cualquier acuerdo quede refrendado ante notario y que sea el punto de partida para la recuperación del fútbol por parte de sus hinchas.